Vuelven los misteriosos “ataques sónicos” a la palestra a menos de dos meses de que Donald Trump abandone la Casa Blanca

Luisa del Llano

Un comité de la Academia Nacional de Ciencias reportó este domingo que, de acuerdo con el informe correspondiente, las dolencias de las que el personal diplomático y de planta de la Embajada de Estados Unidos en Cuba se aquejaba podrían tener relación con “energía de radiofrecuencia”.

El documento, así como la investigación precedente, fue destinado a hacer constancia de las posibles causas de los misteriosos síntomas que experimentaron los trabajadores que allí acudían cada día, los cuales provocaron que se encomendara desde la Casa Blanca retirar una gran parte del equipo de diplomáticos, impedir a viajeros norteamericanos la visita al país y la suspensión de trámites de visa, reclamos de ciudadanía, etc. en la sede estadounidense en la mayor de las Antillas.

El espectro de malestares presentados por funcionarios de EE.UU y Canadá que laburaban en dicha área del malecón habanero contemplaba mareos, fuertes dolores de cabeza, lesiones cerebrales e incapacidad para concentrarse, síntomas de los cuales se quejaron 26 norteamericanos y 14 canadienses.

“El comité consideró que muchos de los signos, síntomas y observaciones distintivos y agudos informados por los empleados son consistentes con los efectos de la energía de radiofrecuencia (RF) pulsada y dirigida”, señaló el reporte sobre los supuestos “ataques sónicos”, ocurridos entre finales de 2016 y mediados de 2017.

La publicación que difundió el documento indicó que, sin embargo, el mismo no llega a conclusiones certeras sobre si los ataques eran intencionalmente dirigidos hacia la embajada con el propósito de afectar la salud de los funcionarios o si la energía proviene de un arma expresamente construida para ello. No confirma pero no descarta posibilidades, como indica el medio The Hill.

Además, el informe explicita que “los estudios publicados en la literatura abierta hace más de medio siglo y durante las décadas posteriores por fuentes occidentales y soviéticas proporcionan un apoyo circunstancial para este posible mecanismo”.

Los cuatro posibles desencadenantes de las dolencias que el estudio analiza son: sustancias químicas, energía de microondas, infección y factores psicológicos, a lo que agrega: “En general, la energía de radiofrecuencia pulsada dirigida … parece ser el mecanismo más plausible para explicar estos casos entre los que el comité consideró”.

Asimismo, el comité puntualizó que “no puede descartar otros posibles mecanismos” y distinguió que sería “probable que una multiplicidad de factores explique algunos casos y las diferencias entre otros”.