¿Sabías que Cienfuegos en la ciudad con las cúpulas más hermosas de toda Cuba?

Redacción

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¿Sabías que Cienfuegos en la ciudad con más cúpulas en sus edificios de toda Cuba?

Puede a que cualquier joven cienfueguero le pregunten por que otra frase se conoce su ciudad, y solo digan que La Perla del Sur. Muy pocos dirán que también se le conoce como la Ciudad de las Cúpulas. En realidad muy pocos jóvenes conocerán el significado de la palabra cúpula.

Pues en realidad la ciudad de Cienfuegos se distingue en el país por sus edificios singulares y por sus calles relucientes, pero uno de los elementos que más sobresalen son las cúpulas de sus edificios, símbolos de una época y un estilo arquitectónico que la hacen única en Cuba.

El Palacio de Valle

Unas 20 cúpulas marcan la gracia arquitectónica de la ciudad, gracias al trabajo anónimo de maestros de obra catalanes. La más antigua de estas bóvedas aéreas son las de la catedral de Cienfuegos, edificada en 1869. Prestigiosos azucareros, armadores y comerciantes locales, favorecieron el crecimiento urbanista con diversos estilos constructivos en boga, hacia finales de los siglos XIX e inicios del XX, y algunos de los palacetes llevan sus nombres.

Como medias naranjas rojizas señorean los lugares públicos, tal es el caso de la Glorieta de la antigua Plaza de Armas y el Palacio de Gobierno, al que bautizan “rey del paisaje citadino”.

Cienfuegos Yacht Club

Algunos repartos como Punta Gorda ostenta varios edificios cupulados, donde en años anteriores resplandecieron sus salones los palacios de Acisclo del Valle, la familia Trinidad y el antaño Cienfuegos Yacht Club.

Otra presencia de estos casquetes bien perfilados, se ubica en el Prado, el más largo del país y principal arteria de la ciudad. Cualquier paseante es saludado desde las alturas por estas coronas rojas.

Fuera del tejido urbano, a la entrada de la bahía, la única fortaleza colonial del centro de la isla, Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, muestra desde 1745 una de esas torrecillas propias del lenguaje clasicista en la arquitectura.

Cúpulas de las asimétricas torres de la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción.

El palacio-almacén de José García de la Noceda (1881), el de los Falla Brunet (alrededor de 1910) y el de Ferrer (1918) dejaron constancia de sus fortunas en varias de las cúpulas que apuntan al cielo desde el núcleo original de la villa.

En fin, estos son solo algunos datos para aquellos interesados en conocer un poco más sobre la historia de nuestra hermosa ciudad.