Si eres de las que no soporta que te piropeen quizás debas pensártelo muy bien antes de viajar a Cuba. Los cubanos suelen expresar casi todo lo que piensan, para no decir que todo.
A continuación, te mencionamos algunos de los atributos físicos de las féminas que suelen volver locos a los hombres en la Isla, y que hacen que le dediquen no pocos piropos a la mujer que pase por delante de ellos.
El trasero: Da igual si eres muy bonita o no tanto. La “defensa trasera” es primordial para una buena parte de los hombres cubanos. Si tus glúteos son grandes, tienes la batalla ganada. La mayoría de los piropos cubanos van dirigidos a esa zona del cuerpo.
Las caderas: Si tienes unas caderonas bien definidas y un caminar despampanante de seguro que te robas no pocas miradas al caminar y puedes estar segura que no van a pasar desapercibidas ante los cubanos.
La boca: Sin lugar a dudas una de las partes más atractivas del cuerpo de una mujer. A los cubanos les encantan las mujeres con labios carnosos, esos que dejan abierta la imaginación, ya sea para besos o para algo más. Si vas maquillada pues mucho mejor, el color rojo en los labios es el favorito en la Isla.
El pelo bien arreglado: Da igual si es corto o largo, si está bien arreglado es muy probable que te lo celebren. Puede ser que lleves mechas, un color poco común o un corte que no estén acostumbrados a ver, pero no faltará quien te diga lo hermoso que lo tienes.
Los senos: No hay cubano que pase por alto a una mujer con buena “pechonalidad”. Si no son muy grandes, al menos que estén donde deben estar. Una mujer con buenos senos es toda una sensación al pasar frente a los hombres y, aunque sea con el rabito del ojo, te echarán su miradita y los más atrevidos algún que otro piropo.
Si piensas viajar a Cuba y posees algunos de los atributos mencionados anteriormente, de seguro que a tu regreso tendrás más de una historia que contar sobre los piropos recibidos. Si en otros países las mujeres pasan y los hombres no celebran lo bellas que son, en Cuba, en ocasiones, hasta llegan a pasarse de la raya.