Tres cubanos fueron detenidos mientras intentaban cruzar un río que separa Rusia a Estonia montados sobre una balsa construida con colchones inflables

Laritza Sánchez

Tres cubanos fueron detenidos mientras intentaban cruzar un río que separa Rusia a Estonia montados sobre una balsa construida con colchones inflables

Enfrentando la deportación desde Rusia se encuentran actualmente tres cubanos que resultaron aprehendidos al intentar cruzar en colchones inflables uno de los ríos fronterizos más sensibles del continente europeo.

Según el reportaje que del hecho hizo BBC, la guardia fronteriza de Estonia informó que los cubanos fueron sorprendidos cuando trataban de cruzar desde Rusia hacia la nación euroasiática.

La guardia aseguró que los migrantes querían atravesar el río Narva, cauce de agua que separa a Rusia de su aledaña Estonia, con la intención final de alcanzar territorio español, donde reside la hija de uno de ellos.

Rusia admite a los ciudadanos cubanos sin visa, y fue por turismo que los detenidos llegaron al país. El mismo se ha convertido en un destino turístico durante la pandemia del coronavirus, adonde los isleños llegan para comprar artículos en función abastecer luego el mercado negro nacional, pues los vuelos a países más cercanos a la mayor de las Antillas se encuentran temporalmente suspendidos o son muy escasos.

No obstante, la Unión Europea requiere que los cubanos obtengan previamente un visado para cruzar sus límites fronterizos.

Los cubanos están recluidos en la actualidad, de acuerdo con lo que indicó el reporte, en un centro de detención para migrantes en las proximidades de la ciudad de San Petersburgo. Se les una orden de deportación y una multa.

Los guardias de la frontera no han revelado muchos datos sobre los individuos, únicamente señalando que se trata de ciudadanos cubanos nacidos en 1968, 1970 y 1992 respectivamente.

Agregaron que los migrantes se aventaron a cruzar el río después de haber adquirido los colchones de aire y estudiado cautelosamente el terreno.

Esta no constituye la primera captura a migrantes que tratan de atravesar el Narva desde Rusia. Un hombre procedente de Egipto fue rescatado en 2018 a pocos minutos de ahogarse en el lado estonio del río, tras haber cruzado la corriente a nado.

Desde 1991, año en que se disolvió la URSS, las relaciones diplomáticas entre Moscú y Tallin han sido tensas. Por ejemplo, cualquier posible acción militar de Rusia puede ser disuelta por las fuerzas de combate que mantiene la OTAN en Estonia.