Miguel Díaz-Canel Bermúdez, gobernante cubano, vistió una chaqueta deportiva Adidas durante una reciente visita a Cumanayagua, Cienfuegos. Tal parece otro vano intento de asemejarse al fallecido Fidel Castro.
Y es que solo consiguió añadir argumentos a quienes resaltan su vida de nuevo rico, con pretendida sencillez, pero luciendo chaqueta deportiva Adidas, habitando palacete en Miramar y viajando en BMW blindado.
Superficialidad e inconsistencia son los únicos valores que transmite el presidente comunista cuando usa prendas de una marca símbolo del capitalismo, además de que restriega en la cara de los cubanos de a pie que estos nunca podrán permitirse un artículo de tal naturaleza con sus salarios estatales.
La Revolución está viva en los barrios que se transforman con el esfuerzo de sus hijos. Con nuestras manos tocamos esa efervescencia en #Cienfuegos y #VillaClara. Energiza lo que se está haciendo para cambiar lo que debe ser cambiado, también el cariño con que fuimos recibidos. pic.twitter.com/P1qP1XvwlL
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) December 3, 2021
Por otra parte, se sumó a la retahíla de memes y burlas que ya se hacían respecto al empleo de este tipo de prenda de entrenamiento deportivo como abrigo ligero, algo que hicieron Fidel y Chávez previamente, y que también hs asumido Nicolás Maduro como estilo personal heredado.
Si bien es cierto que Díaz-Canel proclama su administración como una continuidad de la forma de dirigir el país que llevaban a cabo Raúl y Fidel, debería asumir la sensatez como política, trazando nuevas vías, estilos, etapas, tanto para la isla como para su gobierno y su imagen.
El mismo Raúl Castro eventualmente abandonó su intención de reemplazar, en un nivel simbólico, a su antecesor, comprendiendo que Fidel era insustituible.
Todos juntos podemos hacer más. Así lo apreciamos en visita a la comunidad La Parra y el Polo Productivo perteneciente a la Empresa Cítricos Arimao, ambos en el municipio cienfueguero de Cumayagua. #CubaVivehttps://t.co/PlEf7R7Po9
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) December 3, 2021
Un presidente debe mirar siempre al futuro y nunca al pasado, excepto para no repetir errores, pues quien imita fracasa, especialmente porque la autoridad y el carisma no se heredan ni se designan a dedo.
Es más: Rogelio Polanco debería velar mejor por las apariciones públicas del mandatario y buscar un estilista que sepa vestir a Diaz-Canel y a la primera dama con el encanto y la sobriedad del buen gusto, dejando atrás fantasmas queno vale traer a colación.