¿Sabías que el Santísima Trinidad, el buque de guerra más grande que existió en el mundo, se construyó en Cuba?

Redacción

¿Sabías que el Santísima Trinidad, el buque de guerra más grande que existió en el mundo, se construyó en Cuba?

Durante la segunda mitad del siglo XVIII se construyó el Santísima Trinidad, un buque de guerra que fue el más grande y pavoroso de su tiempo. Un detalle muy curioso y que muy pocos conocen, es el hecho que este se construyó en Cuba, específicamente en el Real Arsenal de La Habana, ubicado en los terrenos donde hoy se encuentra la Terminal de Ferrocarriles.

Contaba nada más y nada menos que con 220 pies de eslora, 58 de manga, cuatro puentes, desplazaba 2 153 toneladas y su tripulación era de 1 115 marineros. En un primer momento tuvo 120 cañones a bordo, pero luego esta cifra se aumentó a 140.

Para su confección se utilizaron maderas preciosas como caoba, júcaro y caguairán, transportadas hacia la capital desde el poblado de San Jerónimo, en la provincia de Camagüey.

Este coloso de los mares, cuya construcción tomó dos años y costó 40.000 ducados (aproximadamente 1.5 millones de euros en la actualidad), se convirtió en la nave insignia de la armada española y llego a conocérsele como “El Escorial de los Mares”.

El Santísima Trinidad tomó parte en las operaciones del Canal de la Mancha entre 1770 y 1783. En 1780, fue uno de los que se batió con convoy británico de 52 naves que pusieron pies en polvorosa ante la presencia del gigantesco buque.

Durante casi 3 décadas estuvo el Santísima Trinidad dando guerra en las mares, hasta que España tomo la decisión de firmar una alianza con Francia.

En la batalla de cabo de San Vicente, en febrero de 1797, el navío quedó en muy malas condiciones e incluso a sus tripulantes no les quedó de otra que bajar la bandera para rendirse. En aquel momento, el capitán de navío Cayetano Valdés, quien comandaba el Infante Don Pelayo, acudió en su ayuda e incluso amenazó con caerles a cañonazos si se dejaban abordar por los británicos.

Ocho años más tarde, en 1805, tomó parte en la batalla de Trafalgar en la costa sur de Cádiz. En aquel enfrentamiento el Santísima Trinidad era el buque con más poder de fuego y el único con cuatro puentes. Sin embargo, los ingleses se las ingeniaron para causarle grandes daños y terminaron por tomar la embarcación.

Los británicos intentaron remolcar el Santísima Trinidad a Gibraltar para estudiar su construcción e intentar reproducirla. No obstante, una fuerte tormenta los sorprendió a mitad de camino y terminaron por abandonarla luego de haberla incendiado.

En el año 2006, un barco mercante fue acondicionado para imitar el aspecto externo del Santísima Trinidad. La conversión fue comenzada en Galicia, hasta que fue trasladado al puerto de Málaga, donde se utilizaba como restaurante flotante, discoteca y sala de exposiciones.