Desde su escaño en el Congreso de EE.UU., el cubanoamericano Carlos Giménez ha lanzado una advertencia que retumba fuerte en el sur de la Florida: “A los represores del régimen cubano les llegó la hora. Aquí no los queremos.”
A través de su cuenta en X (antes Twitter), el legislador republicano no se anduvo con rodeos. Agradeció públicamente las denuncias de ciudadanos y organizaciones del exilio que han señalado a exagentes del MININT y del MINFAR que, según él, se han colado en Estados Unidos disfrazados de víctimas, cuando en realidad fueron verdugos en la isla.
“ICE los está recogiendo y otros se están autodeportando como los esbirros cobardes que son”, escribió Giménez, dejando claro que la tolerancia con esos personajes se acabó en este lado del charco.
Una plataforma para destapar caretas
En marzo, Giménez promovió la web RepresoresCubanos.com, un espacio que funciona como vitrina para mostrar quién es quién en el aparato represivo del castrismo. La plataforma permite a cualquier persona aportar información sobre aquellos que participaron en la represión dentro de Cuba y ahora residen en EE.UU., muchos de ellos amparados por el parole humanitario o la Ley de Ajuste Cubano.
Gracias a esta herramienta y al empuje de líderes como Mario Díaz-Balart y María Elvira Salazar, se han destapado más de un centenar de casos en ciudades como Miami y Tampa. Los informes han generado repudio e indignación, sobre todo entre las víctimas del castrismo que ahora comparten país con sus antiguos opresores.
Ya se están viendo resultados
La presión política y el eco en redes no se han quedado en palabras. Eduardo Velázquez Infante, un exoficial cubano apodado el “mayor Eduardo”, decidió largarse solito de Estados Unidos y ahora anda de vuelta en Puerto Padre, Las Tunas, tras ser incluido en la lista negra por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.
Y no solo eso: el pasado 14 de abril, ICE arrestó a Daniel Morejón García, cubano de 57 años, por ocultar su vínculo con el régimen durante su entrada a EE.UU. El operativo fue liderado por el equipo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Miami.
Otro que agarró sus cosas y regresó a Cuba fue Leandro Rubén Garnica González, exoficial del Departamento de Seguridad del Estado en Cienfuegos. Según reportes del periodista Mario Pentón, Garnica estuvo más de diez años en EE.UU. como residente, pero su intento de convertirse en ciudadano le salió por la culata al descubrirse su historial como represor.
“Lo que viene es de proporciones bíblicas”
Giménez no se guarda nada. En un mensaje reciente le lanzó una pedrada directa al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, asegurando que, con una futura administración Trump, “se van a tomar medidas de otro nivel”.
La intención es clara: cerrar el paso a quienes abusaron del poder en Cuba y ahora pretenden pasearse tranquilos por las calles de Miami como si nada.
“El que persiguió, torturó o silenció voces en Cuba no tiene derecho a respirar el mismo aire que los exiliados que huyeron del horror. Aquí se defiende la libertad, y eso hay que tomárselo en serio”, remató Giménez.
