Una tormenta local severa sacudió la tarde del sábado a Puerto Padre, en Las Tunas, dejando tras de sí un panorama bastante complicado. El poblado de Delicias fue el más golpeado, donde el viento se soltó con fuerza y alcanzó rachas de hasta 76 kilómetros por hora, justo a las 5:12 pm, según los medios locales.
La furia del tiempo no tuvo piedad con las redes eléctricas ni de comunicaciones. La lluvia, los vientos y la inestabilidad atmosférica hicieron de las suyas, dejando postes caídos, cables por el suelo y varios árboles arrancados de raíz. Uno de ellos cayó justo en el patio de una vivienda y aplastó sin contemplación un cuarto de desahogo.
El Gobierno provincial explicó en redes que todo se debió a una combinación explosiva: una vaguada bien plantada, bastante humedad en el aire y una atmósfera inestable, como quien dice, con ganas de formar lío.
Para tener idea de cuánta agua cayó, a las ocho de la noche ya se acumulaban 10 mm de lluvia en la estación de Puerto Padre, 10.6 mm en Las Tunas y hasta 28.5 mm en el Centro Meteorológico Provincial. O sea, un buen chaparrón que no pasó por alto.
En la zona de la Parada de Quevedo la cosa fue seria. Un árbol centenario —de esos que ya eran viejos cuando tú naciste— se vino abajo y tumbó el tendido eléctrico. Pero los vecinos, al más puro estilo cubano, se unieron y lo quitaron del medio. Porque aquí, si no lo resuelves tú, no lo resuelve nadie.
Las autoridades locales se aparecieron en el lugar, conversaron con los afectados y prometieron que ya están trabajando para restablecer la corriente y las líneas telefónicas lo más pronto posible.
Para este domingo, el pronóstico no trae muy buenas noticias: cielos nublados, chubascos intermitentes y algunas tormentas eléctricas. Los especialistas avisan que los vientos pueden volver a apretar en las zonas donde caigan las tormentas. Así que mejor tener el paraguas cerca y no confiarse.
En lo que va de año, el clima ha estado bastante movido en Cuba. Desde Artemisa hasta La Habana y Mayabeque, se han reportado lluvias intensas, truenos, relámpagos y hasta granizadas como la de Guanajay, que dejó a más de uno con la boca abierta.
Los meteorólogos siguen insistiendo en extremar precauciones. Los fenómenos severos como vientos huracanados, granizo o crecidas repentinas pueden aparecer sin mucho aviso. Así que lo mejor es evitar lugares abiertos, no tocar nada que tenga corriente cerca y estar siempre atentos a las actualizaciones del tiempo.