La cosa en la CUJAE está que arde. Desde hace días, estudiantes de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría vienen denunciando algo más que simples inconformidades: hablan de un ambiente cargado de miedo, presiones y vigilancia, cortesía de la Seguridad del Estado, por atreverse a oponerse al tan criticado tarifazo de ETECSA.
Según reportes del medio independiente Árbol Invertido, lo que comenzó como una queja estudiantil en redes y chats, pronto se convirtió en un blanco de acoso institucional. Interrogatorios, amenazas, advertencias de expulsión y hasta teléfonos borrados forman parte del panorama que viven estos jóvenes universitarios, que solo pedían algo tan básico como justicia en las tarifas de internet y telecomunicaciones.
Uno de los golpes más duros fue la desaparición del grupo de WhatsApp “CUJAE habla”, un espacio donde se estaba gestando el debate más encendido entre los estudiantes. “Parece que dieron con el que administraba el grupo y se lo llevaron. Hoy ya no existe. Así de simple”, comentó uno de los estudiantes al medio.
Desde dentro de la beca, donde muchos residen, se percibe una tensión que va más allá del debate político. “Hay un ambiente rarísimo, como si todos estuviéramos esperando que pase algo. Todo empezó con una sábana pintada con consignas… y después, zas, comenzaron los interrogatorios”, contó otro joven, cuya identidad fue protegida.
“Necesitamos apoyo, sobre todo de los que están afuera y pueden ayudar a visibilizar esto”, decía uno de los mensajes filtrados por Árbol Invertido, como un grito de auxilio salido desde el corazón del estudiantado cubano.
CUJAE planta bandera contra ETECSA
Pero el descontento no se quedó solo entre murmullos y mensajes en redes. La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y el comité de la UJC en la CUJAE se lanzaron con todo contra las nuevas tarifas de ETECSA. En un comunicado oficial, exigieron no solo que se revise el tarifazo, sino que se le hable claro al pueblo. “Queremos soluciones concretas, reales, con plazos definidos. Y que los directivos se expresen con más respeto”, dice el texto.
La postura fue directa, sin rodeos. Los estudiantes no solo pedían números más justos, sino también un cambio de actitud por parte de los funcionarios de la empresa estatal, a quienes acusan de dar respuestas vagas, repetitivas y que no tocan el corazón del problema.
La represión no se queda en La Habana
Desde Santa Clara también llegan ecos de represión. Esta vez fue en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), donde estudiantes que preparaban una parada universitaria para este lunes fueron amenazados por la Seguridad del Estado con cárcel y expulsión. Según contó el periodista Mario J. Pentón, al menos tres alumnos fueron visitados en sus casas y puestos bajo presión frente a sus propias familias.
Uno de los muchachos, que era administrador del canal de WhatsApp “La voz de todos”, fue obligado a cerrar el grupo que ya sumaba más de 500 seguidores, y a redactar una especie de disculpa pública, publicada bajo coacción en el chat oficial de la facultad.
“Los obligaron a retractarse, a decir que apoyaban a la FEU. Todo fue una farsa. Una puesta en escena para sembrar el miedo”, denunció Pentón.
Pese al clima de tensión, los estudiantes de la UCLV ya habían anunciado su intención de unirse al paro académico impulsado por otras universidades del país, en protesta contra las medidas de ETECSA que consideran injustas, discriminatorias y excluyentes.
El rugido de una generación
Lo que está ocurriendo en las universidades cubanas no es solo una queja estudiantil: es el despertar de una generación que está cansada del abuso, de la censura y de que se les trate como enemigos por pensar diferente. A pesar del miedo y la represión, la voz de estos jóvenes sigue resonando dentro y fuera de la isla, exigiendo algo tan simple y tan poderoso como respeto y dignidad.