“En Cuba, trabajar no da nada.” Así, sin anestesia, lo suelta Sheyla, la cubana detrás de la cuenta de TikTok @sheyreyes032, en un video que está arrasando en redes. En menos de un minuto, suelta una verdad que, aunque conocida, sigue retumbando en millones de cubanos: que vivir del salario estatal en la isla es simplemente inviable.
Con su tono frontal y sin rodeos, Sheyla empieza fuerte: “El que diga lo contrario es porque no vive aquí o no tiene que alimentar a la familia.” Y es que, como bien explica, un salario de 3,000 pesos cubanos no alcanza ni para el desayuno de una semana. Ahí mismo, su testimonio se vuelve más íntimo y desgarrador: “¿Cómo vive la gente? Del invento, de la lucha, de lo que aparezca.”
Para Sheyla, meterte ocho horas en un centro de trabajo por ese salario “es una falta de respeto.” Y lo dice clarito: “Ganar lo que cuesta una jabita de pan y un cartón de huevo… eso no es vida.” Y es que, si lo piensas, ¿cómo sostener un hogar cuando tu sueldo apenas cubre un par de compras mínimas?
No se queda ahí. También se lanza contra la criminalización del trabajo informal: “Después te critican, incluso te quieren meter preso cuando haces algo por la izquierda, por buscarte tres pesos o por lo que sea.” Y suelta la pregunta que seguro muchos cubanos se han hecho en silencio: “¿Y entonces qué hago… me muero de hambre legalmente?”
Sheyla también se duele por la situación de los profesionales en Cuba. Porque, ojo, no estamos hablando solo de personas sin estudios. “Aquí hay muchísimas personas que estudiaron seis años y con su salario no se pueden comprar ni un pomo de aceite. Después se asombran de la cantidad de personas que se ha ido de Cuba.” ¿Cómo no se van a ir, si el futuro pinta tan oscuro?
Y sigue rematando: “Puedes ser médico, maestro, ingeniero, lo que sea… que no te vas a poder mantener ni a ti ni a tu familia porque el salario no da.” Y todavía tienen el descaro, dice ella, de decirte “no inventes, no vendas nada por la izquierda, que eso es ilegal”… Entonces, ¿qué queda? La respuesta de Sheyla es tajante: “En este país no se puede vivir de un salario. En estos momentos, la persona que no tenga un familiar en Estados Unidos o fuera de Cuba que lo ayude, está embarcado.”
Su testimonio ha abierto la caja de Pandora en TikTok, generando miles de comentarios de apoyo y relatos similares. Gente como @lizzie se suma a la conversación, contando su propia experiencia: “Yo siendo licenciada en Física Nuclear ganaba 3,200 pesos, tenía cinco trabajos más… y así y todo no alcanzaba ni para comer.”
Otros, con ese humor negro tan cubano, también aportan su granito de realidad: “La playa es gratis, señor, en Cuba se va con la olla de arroz y el pomo de agua,” responde otro usuario, echando por tierra esa visión romántica de la vida en la isla.
Y no faltan quienes se preguntan lo obvio: “Lo increíble es que la población no se reduce a la mitad,” escribe un usuario, mientras otro suelta la pregunta que sobrevuela todas estas discusiones: “¿Y por qué no salen a protestar?”
Lo cierto es que Sheyla no es nueva en esto de soltar verdades incómodas. En junio pasado, ya había publicado otro video diciendo: “Ni se les ocurra trabajar para el Gobierno,” denunciando los sueldos y pensiones de miseria que reciben los empleados estatales.
Lo peor es que sus palabras están respaldadas por los propios números oficiales. Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el salario medio mensual en Cuba en abril de 2025 fue de 6,506.5 CUP, algo así como 17 dólares al cambio informal. Y ni hablemos de profesiones como maestros, médicos o ingenieros, que siguen entre los peor pagados del país.
La ingeniera Yulieta Hernández Díaz hizo las cuentas y puso los pelos de punta a todo el mundo. Con el salario mínimo (11 CUP por hora), un cubano solo puede comprar 15 gramos de arroz o un tercio de huevo. ¡Imagínate a un jubilado, cuya pensión alcanza apenas para cuatro gramos de arroz o una décima parte de un huevo! Este cálculo voló por todas las redes y se volvió viral.
“Trabajar en Cuba literalmente no paga ni la comida que se necesita para seguir trabajando,” concluye Hernández. Y es que esa es la gran paradoja cubana: un país donde millones trabajan, pero vivir de un salario es casi imposible.
Mientras tanto, la gente sigue sobreviviendo como puede, entre inventos y “lucritos” al margen de la ley. Porque, como bien resume un usuario: “La lucha no es un delito, es sobrevivencia.”