Piden al régimen que declare «emergencia sanitaria nacional» ante la propagación simultánea de varias enfermedades infecciosas

Redacción

En medio de un panorama sanitario crítico, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) exigió este martes al régimen de La Habana que declare de manera inmediata la emergencia sanitaria nacional, ante la propagación simultánea de varias enfermedades infecciosas que golpean a la población y cuya magnitud real sigue siendo un misterio oficial.

En un comunicado difundido desde Madrid, el OCDH denunció que Cuba atraviesa una crisis sanitaria de proporciones alarmantes, marcada por el colapso de los hospitales, la escasez total de medicamentos y la imposibilidad de realizar diagnósticos precisos. Hasta ahora, se reportan oficialmente tres muertes por dengue, aunque diversas denuncias apuntan a que la cifra real podría ser mucho mayor.

“El pueblo cubano no puede seguir viviendo entre la basura, la enfermedad y el abandono. No es posible ocultar más esta catástrofe sanitaria bajo el silencio oficial ni disfrazarla de dificultades coyunturales”, advirtió la organización, haciendo énfasis en la incapacidad sistémica del sistema de salud para atender a quienes lo necesitan.

Los reportes desde distintas provincias confirman la presencia activa de dengue, chikungunya y fiebre de Oropouche, todas transmitidas por mosquitos y agravadas por la falta de fumigación y condiciones de higiene deplorables. Barrios enteros permanecen infestados, mientras hospitales y consultorios carecen de reactivos, equipos y personal suficiente para contener los brotes. Los pacientes presentan síntomas severos: fiebre alta, dolor muscular, ictericia, diarrea profusa, vómitos y erupciones cutáneas, afectando especialmente a niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas privadas de libertad.

El OCDH denunció que muchos cubanos desisten de acudir a los centros médicos, conscientes de que no encontrarán medicinas, reactivos ni atención adecuada. Esta desconfianza impide elaborar un diagnóstico nacional preciso, generando un escenario epidemiológico incompleto y peligroso, donde nadie sabe con exactitud la magnitud del problema.

La crisis ha obligado a las familias a recurrir a mercados informales y envíos del exterior para conseguir antibióticos, analgésicos y sueros, mientras los hospitales públicos permanecen prácticamente vacíos. “Resulta indignante que el régimen continúe enviando médicos al extranjero y exportando productos biotecnológicos, mientras los cubanos no tienen acceso a una simple jeringuilla o a un antibiótico”, subrayó el comunicado.

El OCDH reclamó que Miguel Díaz-Canel reconozca oficialmente la crisis y que los recursos de BioCubaFarma se destinen prioritariamente al consumo interno, garantizando abastecimiento a hospitales, policlínicos y farmacias. Asimismo, exigió medidas urgentes de higiene pública: recolección de basura, limpieza de calles y restablecimiento del suministro de agua potable como acciones mínimas de contención epidemiológica.

La organización concluyó que el país está al borde de una emergencia sanitaria generalizada, y que la única forma de evitar un colapso mayor pasa por la transparencia informativa, la cooperación internacional y la voluntad política de atender al pueblo antes que a los intereses de las élites del poder.

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