La tormenta tropical Melissa sigue moviéndose lentamente sobre el mar Caribe central, y todo indica que en los próximos días podría provocar fuerte oleaje y marejadas peligrosas en el oriente de Cuba, según el más reciente parte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
En su informe de las 5:00 p.m. de este miércoles, el NHC ubicó el centro del sistema en los 14.4 grados de latitud Norte y 74.3 grados de longitud Oeste, es decir, a unos 480 kilómetros al sureste de Kingston, Jamaica, y 515 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe, Haití.
El organismo advirtió que Melissa podría alcanzar fuerza de huracán este mismo viernes, mientras avanza rumbo al oeste-noroeste, acercándose a Jamaica y el suroeste de Haití. Los meteorólogos alertaron que las marejadas comenzarán a sentirse pronto en Jamaica, La Española y el oriente cubano, con posibilidad de inundaciones costeras en zonas bajas y corrientes de resaca peligrosas.
El sistema mantiene vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora, con rachas más intensas y una presión central de 1000 milibares. Su desplazamiento es lento, apenas 4 kilómetros por hora, lo que aumenta el riesgo de lluvias prolongadas y marejadas persistentes a lo largo del litoral suroriental de Cuba.
El Centro Nacional de Huracanes mantiene vigilancia de huracán para el suroeste de Haití —desde la frontera con República Dominicana hasta Puerto Príncipe— y vigilancia de tormenta tropical para toda Jamaica, donde ya se han activado planes de emergencia ante posibles inundaciones.
Las precipitaciones asociadas a Melissa podrían dejar entre 125 y 250 milímetros de lluvia, con acumulados mayores en algunas zonas montañosas, lo que podría generar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en República Dominicana, Haití y Jamaica.
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología (INSMET) emitió también su Aviso de Ciclón Tropical No. 3, calificando a Melissa como un “peligro potencial” para Cuba. El régimen, a través de la Defensa Civil, sacó su típico “aviso de alerta temprana”, recomendando vigilancia en las provincias orientales y centrales, aunque la mayoría de los cubanos enfrenta apagones interminables que hacen casi imposible mantenerse informados.
Resulta irónico que el aparato estatal insista en “mantener comunicada a la población” cuando los cortes eléctricos, la falta de conexión y el deterioro de los medios de comunicación impiden que la gente acceda a información básica en momentos de emergencia. Mientras la tormenta avanza, el país sigue a oscuras, tanto por los apagones como por la incapacidad del régimen de ofrecer una respuesta efectiva ante la amenaza natural.
El NHC emitirá un nuevo parte a las 11:00 p.m. (hora del Este), y los expertos insisten en que Melissa podría convertirse en huracán mayor durante el fin de semana, mientras se aproxima peligrosamente a la zona sur de Cuba.
En un país donde las tormentas meteorológicas se suman a las tormentas políticas y sociales, los cubanos vuelven a enfrentar el peligro sin recursos, sin energía y sin confianza en un gobierno que solo aparece para posar ante las cámaras, no para proteger a su gente.