Una cubana deportada desde Estados Unidos decidió contar en TikTok cómo fue ese momento que a muchos les quita el sueño: llegar a la isla en un vuelo de repatriados y enfrentarse al proceso en el aeropuerto de La Habana. Su relato, sincero y lleno de nervios, no tardó en hacerse viral.
La joven, conocida en TikTok como @aleagaastry0, publicó un video titulado “Cómo es el proceso en el aeropuerto cuando llegas a Cuba deportado”, y en pocas horas acumuló miles de reproducciones. Miles de cubanos dentro y fuera de la isla corrieron a verlo, porque aunque todos han escuchado historias, pocos las cuentan de primera mano y con tanta naturalidad.
Según su experiencia, el vuelo aterrizó en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí, un lugar que ella misma confesó que nunca había pisado. Lo primero que la impactó fue la cantidad de carros de policía, ambulancias y cámaras esperando en la pista. “Nos quedamos impresionados… y nerviosos, la verdad”, contó en el video. No es para menos: para muchos deportados, ese momento es un choque emocional enorme.
El desembarco se retrasó por la lluvia, pero cuando finalmente pudieron bajar, comenzó lo que ella llamó “la parte seria”. Funcionarios del aeropuerto llamaban a los pasajeros uno por uno por su nombre. Después los agruparon en un bus y los trasladaron a la terminal, donde iniciaría oficialmente el proceso de entrada al país.
A pesar del susto inicial, la joven aclaró que el trámite fue “como un viaje normal”. Los deportados pasan por migración y después por aduana, igual que cualquier otro pasajero. La diferencia es que, si alguien tiene antecedentes penales o problemas con las autoridades cubanas, ahí sí pueden aparecer complicaciones. Pero si no, todo fluye.
“En mi caso no tuve ningún problema. Me dijeron que no le debía nada al país y que podía salir de Cuba cuando quisiera”, aseguró. Este detalle sorprendió a muchos seguidores que creían que, al ser deportado, quedas automáticamente fichado o limitado para viajar.
También contó que habló con dos funcionarios que le hicieron preguntas rutinarias: dónde vivía en Estados Unidos, en qué trabajaba, si tenía familia allá. Nada fuera de lo normal. Según ella, el proceso fue respetuoso y sin intimidaciones, algo que muchos usuarios agradecieron escuchar.
“Todo fue bastante bien, no te hacen nada a menos que tengas problemas con la seguridad. Si estás limpio y no le debes nada al gobierno, no te va a pasar nada”, concluyó en el video.
Su testimonio se suma a otros relatos de repatriados que comparten en redes el miedo y la incertidumbre de regresar a una Cuba marcada por la crisis económica, la escasez, la represión y el descontento. Cada vez más jóvenes se lanzan al mar o cruzan fronteras buscando un futuro mejor, y saber qué ocurre si la historia termina en deportación se ha convertido en una pregunta recurrente.










