La noticia de la semana en Cuba no viene ni del transporte ni de la gastronomía, sino del mismísimo mundo de la tecnología: el régimen acaba de anunciar que quiere desarrollar una inteligencia artificial “soberana”. Sí, así como lo lees. En un país donde a veces abrir una página web puede tomarte lo mismo que hacer una cola para el pollo, ahora la apuesta es competir en el terreno de la IA. Ambicioso, ¿no?
El anuncio se hizo público este lunes, cuando el Gobierno presentó oficialmente el primer Consorcio de Inteligencia Artificial del país. La iniciativa llega de la mano de 22 miembros fundadores que incluyen universidades, instituciones estatales y algunas empresas tecnológicas que intentan sobrevivir en medio del atraso digital cubano. A simple vista, parece un intento por juntar todos los pedacitos de desarrollo que hay regados por la isla y armar con eso algo que suene a “avance”.
La revelación ocurrió durante el arranque de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV) 2025, ese evento donde Cuba muestra sus sueños de “innovación” ante compañías extranjeras. Allí presentaron el proyecto como parte de un esfuerzo por avanzar en innovación nacional y conquistar una supuesta “soberanía digital”. Una frase elegante para decir que quieren depender menos del exterior, aunque la realidad tecnológica de la isla cuente otra historia muy distinta.
Según informó Prensa Latina, la iniciativa fue presentada por Rafael Luis Torralba, presidente del Parque Científico Tecnológico de La Habana. Él explicó que este consorcio surge después de coordinar esfuerzos entre el Ministerio de Comunicaciones y varias entidades estatales y privadas. La idea, en teoría, es unir todo el talento que está trabajando de forma aislada y convertirlo en una gran red colaborativa de conocimiento y proyectos de IA.
Torralba aseguró que el objetivo central es dejar atrás el trabajo disperso y comenzar a compartir recursos, soluciones y experiencias. En la práctica suena bien. En la realidad cubana, habrá que ver cómo logran eso sin infraestructura moderna, sin servidores adecuados y con una conexión a Internet que a veces parece por señas.
Dentro del mismo evento también se presentó el primer espacio cubano dedicado únicamente a la inteligencia artificial: un ecosistema digital que reúne proyectos de ciudades inteligentes, salud, educación, arte e industria. Es decir, un laboratorio de ideas que podría ser prometedor si no estuviera rodeado de tantas limitaciones tecnológicas y económicas.
Torralba además comentó que este consorcio permitirá a Cuba participar en foros internacionales, aplicar a proyectos globales y “desarrollar soluciones propias”. También resaltó la importancia de entrenar modelos de IA adaptados al lenguaje y la realidad del país. Y aquí apareció la joya: el proyecto “Cecilia”, una IA generativa creada por la Universidad de La Habana destinada a entender mejor el español cubano. Imagínate una máquina que capte perfecto un “asere”, un “qué bolá” o un “mi socio”.
El gobernante Miguel Díaz-Canel no perdió la oportunidad de sumarse al show tecnológico. Durante la inauguración de la FIHAV aseguró que organizar la feria en medio de la crisis actual es “una expresión de resiliencia y resistencia creativa”. Y en redes sociales la Presidencia de Cuba reafirmó la narrativa: no solo quieren resistir el embargo, sino hacerlo “con creatividad, con alianzas y con ciencia”. Palabras no faltan. La pregunta es si habrá recursos para convertirlas en realidad.










