Embajador de EEUU Mike Hammer invita a los cubanos a recibirlo en sus casas: “Mándenme dónde ir y les caigo para un café”

Redacción

El jefe de Misión de Estados Unidos en Cuba, Mike Hammer, volvió a mover el avispero este jueves al invitar abiertamente a los cubanos a sugerirle nuevos lugares para visitar y, si quieren, a recibirlo en sus propias casas para tomarse un café y conversar sin intermediarios. La Embajada de Estados Unidos en La Habana difundió el mensaje en X, donde agradeció las felicitaciones que el diplomático ha recibido al cumplir su primer año en la isla.

Hammer dijo que quiere seguir recorriendo el país y conocer “la realidad de los cubanos de a pie”, una frase que, aunque debería ser normal en cualquier diplomático, en Cuba suena casi subversiva. El embajador pidió a los interesados que le escriban al correo oficial de la embajada y dejó claro que está dispuesto a entrar a los hogares, sentarse en una cocina cubana y escuchar lo que tenga que escuchar.

En el video publicado se le ve caminando por La Habana, saludando a la gente como si fuera uno más del barrio, algo que contrasta con el aparato de vigilancia que siempre lo sigue y que él mismo ha denunciado. Aun así, anunció que inicia su segundo año en Cuba con la misma intención: hablar con la gente sin filtros.

Un año escuchando lo que el régimen intenta ocultar

Durante este primero año, Hammer ha apostado por una agenda que pasa directamente por las calles y no por los despachos del régimen. Ha visitado casi todas las provincias, ha entrado a casas, ha hablado con activistas, periodistas independientes, familias sin recursos y personas que no tienen miedo de contarle cómo se vive realmente en Cuba.

En noviembre, al cumplir un año en la isla, confesó que lo ha marcado la hospitalidad del cubano, pero también la magnitud del sufrimiento que ha visto: apagones interminables, escasez total, persecución política y un pueblo resistiendo como puede. Reiteró que Washington sigue comprometido con los derechos humanos y con la liberación de los presos políticos, un mensaje que ha repetido en cada viaje.

Hammer asegura que para entender Cuba hay que vivirla desde dentro, con todo lo que implica seguir una ruta en la que cada esquina tiene un apagón, cada farmacia está vacía y cada conversación trae una historia de carencias o de familiares que se fueron del país.

Vigilado, perseguido y aun así firme

Hammer ha contado sin tapujos que la Seguridad del Estado lo sigue en cada movimiento. Ha dicho que los filman todo el tiempo y que los autos de vigilancia replican cada giro de su comitiva. Incluso ha denunciado campañas en redes sociales, impulsadas por cuentas oficialistas, para intentar hostigarlo durante sus recorridos.

A pesar del acoso, el diplomático insiste en que seguirá hablando con la gente. Según él, lo que escucha en cada visita es un sentimiento común: la gran mayoría de los cubanos está convencida de que la Revolución fracasó. Y lo dice con la convicción de alguien que ha estado en barrios oscuros, en colas interminables, en casas sin agua, escuchando a quienes el régimen preferiría mantener en silencio.

Hammer también ha dicho que de todos los testimonios que recoge, una conclusión es inevitable: los responsables del derrumbe del país son los que llevan más de 60 años gobernándolo.

Su mensaje de este jueves es una señal clara: quiere seguir metiéndose en los lugares donde el poder no quiere que llegue. Quiere escuchar a la gente sin guion, y está invitando a los cubanos a abrirle la puerta, servirle un café y contarle de frente cómo se vive realmente en el país.

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