A sus 96 años este guajiro cubano todavía le saca frutos a la tierra

Redacción

Quien diga que la edad es un impedimento para sacarle frutos a la tierra que vaya a preguntarle al holguinero José Rodríguez Laguna, quien, a sus más de 96 años de edad, se levanta cada día con la voluntad de acero y la satisfacción que aún sus manos pueden llevar el plato de comida a la mesa.

“La primera vez que me sentí un achaque fue a los 96 años”, cuenta Laguna, quien a su saludable longevidad le acompaña una tenacidad envidiable, unos ojos vivos y unas manos muy firmes.

Cada día se levanta a las 5:30 de la madrugada y se dispone a salir a trabajar su tierra, en la que, a ritmo de machete y azadón, mantiene vigorosas plantaciones de calabaza, ají, plátano y maíz.

Cualquier pudiera pensar que a su edad es imposible que se puede desempeñar con soltura en las labores agrícolas, pero basta verlo en plena faena para entender que “cuando el hombre sirve, la tierra sirve”.

Aún con 96 años a cuestas, el holguinero José Rodríguez Laguna no repara en sacarle frutos al campo.

“Yo hago lo que haga falta en el campo, lo mismo deshierbo que chapeo. Tengo un hijo que me ayuda, pero casi todo lo hago yo”, confiesa Laguna, cuyo pedazo de tierra no solo da de comer a su familia, sino que incluso llega a vender un poco en los agromercados de su barrio Las Cabañas.

“El trabajo no mata, al contrario, pone a uno mejor”, es la filosofía que esgrime José para explicar su paso largo y fructífero por la vida, que en su caso inició en el surco, porque desde muy niño la necesidad lo obligó a conocer los rigores del campo. Además, desde su extensa experiencia laboral, que incluye largas zafras y trabajos pesados a lo largo de la línea férrea entre Las Tunas y el municipio holguinero de Urbano Noris, aconseja a la juventud “espabilarse”.

Seguido por su bisnieta Dulce Carla, José Rodríguez Laguna disfruta el esplendor de su maizal

Al referirse a su “secreto” para mantener esa salud de hierro a su edad, el holguinero responde: “Bueno yo en mi vida he comido bastante harina de maíz y mucho ajo, pero nunca he tomado café, ni café con leche. Me gusta mucho el puré de chícharo sin colar, el huevo y la carne de puerco”.

Despierta dichoso cada mañana en compañía de Silvia Ávila Torres, con quien mantiene un matrimonio desde hace 57 años, unión de la cual le creció una familia de un hijo, dos nietos y 4 bisnietos.

Sobrepasar los 90 años ya es un lujo, pero hacerlo con la mente clara, una salud de hierro y sacándole frutos a la tierra, es el mejor de los premios para José Rodríguez Laguna, quien cada mañana se va al surco a recompensar con sudor los favores de la vida.