Jorge Goliat, el curandero cubano que ha salvado casi 100 vidas en La Habana

Redacción

Jorge Goliat: el “curandero milagroso” del reparto Abel Santamaría que ha salvado más de 90 vidas

Los testimonios de los pacientes de Jorge Goliat, el curandero del reparto Abel Santamaría, aseguran que los resultados de sus “operaciones” son un verdadero milagro.

Según cuenta este curandero, desde muy pequeño comenzó a “ver cosas”, algo que le viene por herencia familiar de sus ancestros haitianos. Sin embargo, lo cierto es que desde que comenzó a “operar” de esta manera, ha logrado salvar casi 90 vidas.

Una multitud en las afueras de la casa del curandero milagroso

Cola en las afueras de la casa del curandero milagroso – foto: María Carla Prieto

Para llegar a casa de Goliat hay que bajarse en la parada de Las Piedras en el Reparto Abel Santamaría de Fontanar, en la capital cubana. Una vez allí, cualquiera puede indicar a los interesados la dirección del curandero, aunque si se va en horas de la mañana es muy fácil de divisar a cientos de metros por la cantidad de personas que desde horas de la madrugada hacen filas en las afueras de su vivienda.

Goliat “opera” con un machete oxidado y un trozo de tubería. Además, antes de cada procedimiento acerca sus instrumentos a un aterrador muñeco que se encuentra en una esquina sosteniendo una bandeja.

En un trozo de papel, el curandero milagroso dibuja una figura humana con una vela, algo que revela que se trata de una especie de radiografía en la que solo se ve “el daño”, el cual procede a sacar con la ayuda de sus ancestros.

Parte del instrumental que utiliza el curandero milagroso – foto: María Carla Prieto

Muchas de las personas que han pasado por sus manos aseguran que luego de realizar un pequeño corte y pronunciar la frase “voy a entrar”, son suficientes menos de 20 segundos para experimentar el bienestar.

“Delante de mí entró un señor con un pie muerto luego de un accidente cerebro vascular; salió caminando”, comentó una persona.

Según el propio Goliat, el proceso de recuperación es de apenas 15 minutos, aunque confiesa que en ocasiones sus pacientes experimentan vómitos, mareos o simplemente se le aflojan las piernas, ya que la anestesia tiene muy poca duración porque se encuentra en el propio machete.

Quienes aguardan en las afueras de su vivienda para ser atendidos lo consideran un santo, ya que los testimonios de las tantas personas a las que ha ayudado no pueden estar equivocados.

Sin embargo, las autoridades no ven con buenos ojos la labor que realiza el curandero milagroso, ya que en varias ocasiones lo han visitado para preguntarle de dónde saca el instrumental que utiliza y a investigar sobre su trabajo.

“Vinieron a verme, para preguntar de dónde sacaba los instrumentos, pedirme papeles, etcétera; yo les mostré que trabajo con instrumental esterilizado, mi machete está hervido, pasa por alcohol antes de cada procedimiento; yo no voy a casa de nadie a buscarlo, la gente viene hasta aquí y no puedo negarles mi don”, confesó

A pesar de las trabas y detractores que pudiera tener su trabajo, lo cierto es que cada vez son más los milagros a manos de Jorge Goliat, quien asegura que en ocasiones se toma su tiempo para ir a la iglesia y orar.