¡Así eran mis cumpleaños en Cuba! Léelo y dime si los tuyos se parecían

Redacción

¡Así eran mis cumpleaños en Cuba! Léelo y dime si los tuyos se parecían

Los cubanos somos muy fiesteros y sobre todo las celebraciones de cumpleaños son muy importantes. En la Isla existen algunos que “botan la casa por la ventana” cuando hacen una fiesta, pero por lo general, son más bien sencillas y cuentan con el aporte de varios miembros de la familia y amigos.

La primera fiesta que se suele celebrar es la del primer año de los hijos. Para esa fecha, todos los integrantes del núcleo familiar se vuelven como locos para intentar que no falte el cake, refrescos, croquetas, ensalada fría, piñata y hasta payasos y tesoros escondidos.

Los pequeños, mayormente por su edad, son los que generalmente pasan peor ese día. Lo que comienza como una fiesta para ellos, termina en fiesta de adultos y en una persecución por parte de los padres para que no se ensucien la ropa, no rieguen, no corran, en fin, que no se divierten nada.

Pasatiempos infantiles para fiestas. Hechos en Cuba. 1970s. Colección Cuba Material.

Cuando llega el momento de las fotos, los niños, niños al fin, lo que quieren es seguir jugando, por lo que generalmente salen en las fotografías llorando o mirando para cualquier otro lado menos para el lente de la cámara. A pesar de todos los esfuerzos y recursos el bebé de un año no recordará nada de su fiesta de cumpleaños y sus invitados es muy probable que tampoco lo hagan.

Los que vivieron antes del periodo especial, recordarán que para los cumpleaños todo venia por la libreta de abastecimiento. A cada niño le correspondía para esa fecha cinco cajas de ¨refresco de botella¨, los inolvidables panecitos para preparar bocaditos con pasta y el cake del cumpleaños que, de acuerdo con su tamaño, podía costar 5 o 10 pesos, aunque había de 20 y de 50 pesos que se destinaban principalmente para las fiestas de 15 años.

Si deseabas mejorar la piñata, pues envolvías los caramelos con papel celofán y agregabas algunos lápices o gomas de borrar.

Las casas de fiestas donde se vendían estos productos normados ofertaban también, mientras durara el surtido, cucharitas, vasitos de cartón y las famosas cajitas. También podría ser que se vendieran caramelos duros (casi siempre sin papel) y marroquiillos o rompe ¨quijᨠy en raras ocasiones habían globos y serpentinas.

Tampoco podían faltar los gorritos, las careticas o espejuelos, las cesticas para las chucherías de las niñas o las botas y las cartucheras para los niños, todo esto hecho con cartulina y pintado con temperas. Para completar era necesario el rabo al burro. Con estos ingredientes básicos se armaba la fiesta.

Además del primer año, se vuelven a celebrar por todo lo alto los 3 o los 5 años, pareciendo que los números impares son los que van con la tradición. En estas celebraciones los niños ya están un poco más grandes y pueden disfrutar realmente de su día. Los demás cumpleaños son celebrados a gusto de cada familia y de acuerdo a sus posibilidades económicas, aunque nunca se deja de hacer al menos un motivito

Cuando realmente se le ponen los pelos de punta a los padres es cuando llegan los 15 de las niñas, aunque actualmente muchos varones también lo celebran.

Es en ese momento que se arma del desespero por comprar todo lo que la joven desee. Las fotos, el video, el almanaque, bisutería, ropa, zapatos, el vals y hasta algunas piden pasarse unos días en un hotel. Para poder acometer tamaña empresa los familiares tienen que pasarse años reuniendo.

Sea como sea que tenga lugar la celebración, lo cierto es que un cumpleaños en Cuba no falta nunca la música, el baile y el espíritu festivo que llevamos en la sangre desde que llegamos al mundo.