¿Sabías que el reloj de la Quinta Avenida de Miramar es una réplica del Big Ben de Londres?

Redacción

¿Sabías que el reloj de la Quinta Avenida de Miramar es una réplica del Big Ben de Londres?

Justo a la entrada del municipio capitalino Playa por la 5ta avenida, entre las calles 10 y 12, se encuentra ubicado el Reloj Campanario, el cual es todo un símbolo de este territorio.

Fue realizado entre 1921 y 1924 por Eduardo Tela y el diseño estuvo a cargo de George H. Duncan. Ubicado en Miramar, es una torre de 22 metros de altura con su añejo carillón, réplica del Big Ben de Londres, según cuentan.

La maquinaria del reloj fue ideada por los fabricantes de la E. Howard & Co, de Boston y su mecanismo hace que se sincronicen música y horario y que suenen campanadas cada 15, 30 y 60 minutos, así como cada nueve horas.

Sin lugar a dudas se trata de uno de los emblemas más reconocidos del municipio Playa, al punto que el 3 de noviembre de 1993 fue aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular como símbolo oficial del municipio.

1924: Torre del Reloj, Quinta Avenida Miramar.

En el año 20011, Daniel Margolles y un par de amigos se enfrascaron en la tarea de desmontar todas las piezas y limpiar la torre, compuestas por un …sistema de pesas y sonería, el áncora, los péndulos, los rubíes. Separaron la maquinaria, ubicada en el piso inferior, que es la que mueve las manecillas mediante transmisión y hace agitar las campanas de la parte alta de la torre.

Hasta ese momento, la Torre del Reloj no había recibido ninguna reparación capital, al punto que muchas de las piezas se desbarataban con tan solo tocarlas. A raíz de esto, se hizo necesario que un relojero tomara fotos de cada paso para luego poder reconstruirlo todo.

Luego de tres meses de intensa labor, finalmente pudieron ser escuchados los cuartos de hora y la melodía de las campanas, ya que las cuatro esferas fueron ajustadas para que dieran la hora exacta como solían hacerlo en el año 1924.

El reloj de Quinta Avenida, una joya del paisaje habanero.

Su reparador, el relojero Daniel Margolles, asciende la escalera de la torre cada 72 horas y le da cuerda a la máquina, usando el mismo mecanismo de los fabricantes. Al preguntarle por la comodidad que significaría ponerle un motor, contestó rápido y seguro: “Ya no sería la pieza de arte que es”.

Para el placer tanto de los habaneros como de los visitantes, la capital cubana cuenta con un Big Ben cubano y personalísimo.