Pollo al Aljibe, la receta secreta cubana que han probado más famosos en el mundo

Redacción

Pollo al Aljibe, la receta secreta cubana que han probado más famosos en el mundo

Personalidades y celebridades de la talla de Fidel Castro, James Carter, Steven Spielberg, Jack Nicholson, Imanol Arias, Gabriel García Márquez, Naomi Campbell, Matt Dillon, Ava Gardner, Gary Cooper, Frank Sinatra, Humphrey Bogart, Jorge Negrete, María Félix, el mafioso Meyer Lansky y el boxeador Rocky Marciano, tienen en común el haber disfrutado de la comida típica cubana de los hermanos García, fundadores del restaurante El Aljibe,  cuyo secreto desde su surgimiento ha sido el fusionar la comida sencilla con una de las mejores bodegas de Cuba.

El menú no es quizás nada del otro mundo, pero invita a olvidarse por momentos de los buenos modales y darse una buena chupada de dedos.

La especialidad de la casa es pollo asado, arroz y frijoles negros dormidos, patatas fritas y tostones (plátanos verdes fritos) y ensalada mixta. El precio de esta exquisitez es aproximadamente 12 dólares por persona, lo cual se ha mantenido desde su reapertura en 1993.

Combinación tradicional de El Aljibe

Los postres se facturan aparte, destacándose los helados de Coppelia y las bebidas. Dicen algunos de los que han tenido la oportunidad de disfrutar de la comida de este sitio que el éxito resulta de la combinación de dos factores: la salsa -afrodisíaca, dicen- de naranja agria y ajo inventada por Petrona, la matriarca, cuya receta se atesora como si se tratase de un secreto de estado, y la sonrisa con la que atienden sus empleado.s

El actual Aljibe consume tres toneladas de pollo al mes y guarda en reserva entre cuatro y seis toneladas más para evitar problemas con el suministro. El horario ayuda. Funciona de 12 del mediodía a 12 de la noche los 365 días del año.

El ambiente es bastante rústico, pero engaña. Es una construcción de madera con el techo de hojas de guano, justo en una zona residencial. Posee sillas típicas de campo, con asiento y respaldo de cuero de vaca.

Pollo al Aljibe

La ausencia de paredes hace que circule mejor el aire y que no existan restricciones a la hora de encender un cigarrillo o un tradicional habano.

En un semisótano reposa con mimosos cuidados desde el año 2000 una de las mejores cavas de Cuba.

El Aljibe abrió con 26.000 botellas y, hace años, vendía alrededor de 360.000 por concepto de vino nada más. Hoy por hoy esa recaudación es más baja, los clientes consumen botellas de entre 20 o 40 CUC (34 euros), aunque las hay de mil y dos mil, y las compran, se las toman.

Hermanos, hermanas y algunos amigos abrieron el primer local con el menú básico que se ha mantenido 65 años. Empezaron con un alquiler de 40 dólares mensuales. Era un simpático restaurante sin pretensiones, enclavado en medio de la campiña cubana, sin otra virtud que hacer una comida típica y exquisita y ofrecer un servicio sin etiqueta, en extremo familiar y veloz.

Turistas y clase media constituían la clientela. Los distraían con una exhibición de plantas típicas del Caribe, como café, cacao, caña de azúcar, plátano, aguacate o tabaco. Además, vendían maracas y simulaban peleas de gallos en una pequeño recinto vallado.

Pollo al Aljibe

Con la declaración del carácter socialista del Gobierno, llegaron las dificultades de abastecimiento. Muchos comercios cerraron. Otros fueron nacionalizados. En 1963, los hermanos García entregaron el restaurante al Estado, pero se negaron a entregar su receta secreta de pollo.

Cuando, en 1991, propusieron a Sergio reabrir El Aljibe, no lo dudó. Dos años después, «sin una gota de publicidad», empezaron la nueva etapa con 88 plazas. Ampliaron a las 350 actuales, 30 en un reservado con aire acondicionado. «Cuando entre el primer cliente, ya ganamos, decía Sergio, y así fue». La carta se amplió con platos criollos como cerdo, alitas fritas o frituritas de malanga, pero más del 90% de los comensales sigue pidiendo la especialidad. Y se chupa los dedos con ella