La Casa Potin, las ruinas de lo que fuera una de las tiendas con los productos más exclusivos de Cuba

Julio César

La Casa Potin, las ruinas de lo que fuera una de las tiendas con los productos más exclusivos de Cuba

Cuando a comestibles exquisitos, exóticos de todo tipo y de la mejor calidad se refiere, no se puede dejar de mencionar los delicatessen, tiendas dedicadas a la venta de estos alimentos que pueden ser tanto de producto nacional como extranjero pero siempre abrazando la exclusividad.

En Cuba hubo espacios de este tipo, más específicamente en La Habana, donde ofertaban de los mejores productos provenientes de cualquier parte del mundo y se podía encontrar desde la fruta más exótica hasta pastelería proveniente de Francia.

La marca por excelencia de estas tiendas en nuestro país era “La Casa Potin”, representada por el cocinerito de la Casa Potin y con dos sedes la primera de ellas ubicada en la calle O’Reilly (desde el Siglo XIX) y otra en la zona del Vedado, específicamente en Paseo y Línea.

Chocolates suizos, bombones, confituras importadas, panes, carnes, champagne, licores, embutidos, vinos, quesos y todo tipo de ingredientes necesarios para una comida tan especial como la cena de Navidad, una comida elegante y demás, eran encontrados en las mismas, de seguro todo habanero podrá recordar cuanto ofertaban, pero todo esto fue mermando con el paso del tiempo.

Fundada en el siglo XIX, la Casa Potin de O’Reilly tuvo como primer dueño a Louis Brunshwing, proveniente de Francia, este se encargó de la venta de estas finezas y medicamentos, pero en 1920 se hace de la propiedad el español Francisco Echevarri procedente de Navarra, que comienza con el local especializado en la venta de bombones y otros productos, pero luego expande el negocio y se adueña de ”El Moderno Cubano”, pastelería ubicada en La Habana Vieja.

Como todo negocio de venta de alimentos el éxito y la expansión del mismo fueron de la mano, de ahí que aparezca la segunda tienda emplazada en el centro de la ciudad, en el municipio Vedado la cual aún nos acompaña, en la actualidad conocida como “La cafetería-restaurante Casa Potin del Vedado”.

En estos tiempos ya no existen lugares en La Habana que ofrezcan exquisiteces como lo hacía la Casa Potin, a pesar de que hace dos siglos era un negocio en expansión, el cual mantuvo su éxito hasta la primera mitad del siglo XX.