Robos, cañaverales incendiados y falta de personal en los centrales por ola de emigración en Cuba dejan la isla sin azúcar para la población

Redacción

¿A tomar café amargo? Gobierno cubano reconoce que acaba de concluir la peor zafra de los últimos 100 años en el país

La zafra azucarera en Cuba se enfrenta a varios problemas que podrían poner en riesgo la producción de azúcar. Según el Grupo Empresarial Azcuba, la zafra actual reporta un déficit de 95,000 toneladas de azúcar contra lo previsto. Los problemas incluyen averías eléctricas y roturas de centrales, la falta de combustible y la falta de recursos importantes para el alistamiento de los centrales. El directivo Ángel Luis Ríos Riquenes señala que estas dificultades están relacionadas con las medidas de ahogo económico del Gobierno de Estados Unidos.

A pesar de estos problemas, Azcuba espera producir 400,000 toneladas de azúcar para asegurar el consumo interno del presente año. Ríos cree que aún pueden cumplir con este objetivo, aunque la zafra se prolongará un poco más de lo previsto.

La zafra se está llevando a cabo con 23 centrales, y aunque ha habido una sequía que puede afectar el estimado de caña, el tiempo ha sido favorable para la cosecha de la caña y la producción de azúcar. Los rendimientos se cumplen, aunque no se extrae el total del potencial de la caña, lo cual está relacionado con los problemas presentados en la molida de los centrales.

Entre los centrales que más atrasos han presentado se encuentran el 30 de Noviembre, de Artemisa; Mario Muñoz, de Matanzas; Panamá, de Camagüey; Antonio Guiteras, de Las Tunas; Urbano Noris, de Holguín; Dos Ríos, de Santiago de Cuba y Arquímides Colina, de Granma. Ríos destacó que el Antonio Guiteras y el Urbano Noris son los que más problemas tienen, y ambos son importantes para el plan de producción de azúcar.

La industria azucarera cubana también sufre de un déficit de personal debido al envejecimiento de la fuerza laboral, la migración y la situación económica del país. Ríos denuncia la falta de disciplina y rigor debido a la carencia de fuerza calificada, particularmente en jefes intermedios. Un grupo de roturas importantes ha estado asociado a malas operaciones y la mano del hombre. Además, la industria también se ha visto afectada por incendios en cañaverales y robos de azúcar cometidos por delincuentes.

Ríos describió el robo de azúcar como “una situación muy compleja” que ha obligado a los directivos de los centrales a concentrarse en el enfrentamiento a los actos delictivos. Los delincuentes han violado cercas y almacenes, han amenazado a los custodios y trabajadores de los centrales, así como a las familias de quienes se les oponen. Los hechos delictivos han disminuido, y se espera que el enfrentamiento sea riguroso gracias a la cooperación entre Azcuba y el Ministerio del Interior.