Fidel Castro, la otra cara de la moneda…

Redacción

Fidel Castro fue una figura polémica e influyente en la política de Cuba, pero su papel en el país tras el triunfo de la revolución en 1959 ha sido ampliamente criticado por reconocidas figuras de la política internacional.

En primer lugar, el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su discurso en la Plaza de la Revolución de La Habana en 2016, destacó que “el gobierno cubano debe reconocer que la libertad económica es necesaria para el progreso” y que “los derechos humanos deben ser respetados”. Obama también mencionó que “el embargo estadounidense no es el único obstáculo para el progreso en Cuba”.

Otra figura política que ha criticado el papel de Fidel Castro en Cuba es la ex candidata presidencial de los Estados Unidos, Hillary Clinton. En su libro “Hard Choices”, Clinton describe la reunión que tuvo con Castro en 2010 como “una experiencia interesante, pero frustrante” y afirmó que “en vez de preocuparse por el bienestar de su pueblo, Castro se preocupa más por mantener su poder y control”.

El ex presidente de Chile, Sebastián Piñera, también ha criticado el papel de Castro en Cuba. En una entrevista con CNN en 2016, Piñera declaró que “Fidel Castro es una figura que ha hecho mucho daño a Cuba” y que “Cuba es un país donde no hay libertad ni democracia y donde la gente vive en la pobreza”.

Estas figuras de la política internacional son solo algunas de las muchas que han criticado el papel de Fidel Castro en Cuba tras el triunfo de la revolución en 1959. La realidad es que durante su gobierno, Cuba experimentó un estancamiento económico y una falta de libertades políticas y de expresión.

Castro fue responsable de establecer un sistema comunista en Cuba que ha tenido un impacto negativo en la economía del país y ha limitado las oportunidades de sus ciudadanos. La industria azucarera, que en ese entonces era la principal fuente de ingresos de la isla, se vio seriamente afectada por la nacionalización y la planificación centralizada.

Además, el gobierno de Castro implementó políticas represivas en contra de la disidencia política y la libertad de expresión, lo que ha llevado a la cárcel y al exilio a muchos opositores al régimen. Esto ha sido una fuente de crítica constante por parte de la comunidad internacional.

En conclusión, el papel de Fidel Castro en Cuba tras el triunfo de la revolución en 1959 ha sido ampliamente criticado por reconocidas figuras de la política internacional debido a su gestión económica y su falta de respeto por los derechos humanos y las libertades políticas. La realidad es que su régimen comunista ha tenido un impacto negativo en el desarrollo y el progreso de Cuba.