Lada y Moskóvich en Cuba se mueven gracias al mercado de piezas en Miami

Redacción

En el mundo empresarial, encontrar un nicho de mercado es fundamental para establecer una presencia exitosa en una industria deprimida por la crisis mundial. El empresario ruso-cubano Fabián Zajarov encontró su nicho en la venta de piezas de repuesto para automóviles Lada y Moskóvich en su tienda en Hialeah Drive, Florida. El negocio surgió cuando alguien en Cuba necesitó un accesorio para su Lada y llamó a Miami para obtenerlo. Desde entonces, Zajarov importa directamente piezas de Rusia para satisfacer la necesidad constante de los cubanos de reparar sus vehículos en la isla.

La ley de compraventa de automotores aprobada en Cuba en 2011 literalmente dividió a los cubanos en dos categorías: aquellos que obtienen sus ingresos en moneda libremente convertible o en pesos convertibles, y aquellos que no lo hacen. Solo los primeros pueden comprar autos nuevos y aquellos que pertenecen a las categorías mencionadas anteriormente, solo pueden comprar autos usados con décadas de explotación, como los Moskóvich, Lada y los “almendrones” americanos de los años 40 y 50.

La tienda de Zajarov ha sido una bendición para los cubanos de la isla y los que residen en Miami. Con un amplio surtido de piezas y accesorios para Moskóvich y Lada, ha fomentado la lealtad de sus clientes, quienes se sienten agradecidos por la existencia de un lugar donde pueden encontrar lo que necesitan para mantener sus automóviles en funcionamiento.

Aunque el gobierno cubano ha encarecido los envíos con la aplicación de aranceles aduaneros en divisas a este comercio informal, Zajarov sigue importando las piezas directamente de Rusia y su tienda está bien surtida. Desde cilindros, aros y juntas para reconstruir motores de Moskóvich, hasta piezas y partes de carrocería de diferentes modelos de Lada, Zajarov ha creado un negocio que ayuda a satisfacer la necesidad constante de reparaciones en los vehículos de los cubanos.

Zajarov es consciente de la importancia de la ética empresarial y se enfoca en la satisfacción del cliente. Él se siente muy complacido con el servicio que brinda a la comunidad cubana en Miami y su negocio ha demostrado ser un ejemplo de cómo un nicho de mercado exclusivo puede ser un éxito en tiempos de crisis económica.