“Hamaca, dominó y comida”: Así es la espera en una cola para comprar combustible en Cuba

Redacción

La crisis energética en Cuba ha llevado a que los ciudadanos tengan que hacer largas filas para conseguir combustible, lo cual puede tomar varias horas e incluso días. Sin embargo, en vez de dejarse vencer por el aburrimiento o la frustración, muchos han encontrado maneras de hacer que la espera sea más llevadera.

Según el periódico local Tribuna de La Habana, los cubanos han optado por actividades como jugar dominó, repartir comida o descansar en una hamaca, convirtiendo estas situaciones difíciles en oportunidades para establecer puentes de amistad.

Mientras tanto, el ministro de Energía y Minas culpa al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos por las dificultades que enfrenta el país para transportar y adquirir combustibles. Pero la realidad es que los volúmenes disponibles para la comercialización son cada vez más bajos, lo que ha llevado al gobierno a limitar la cantidad de combustible que se puede comprar por vehículo.

El presidente Miguel Díaz-Canel también ha señalado los problemas de suministro a nivel global como causa del déficit de combustible en Cuba en las últimas semanas. Aunque las autoridades están en negociaciones con proveedores internacionales para revertir esta situación, actualmente están distribuyendo menos cantidades de combustible de las que se consumen normalmente para evitar llegar al mínimo de las capacidades y mantener servicios vitales para la población y la economía.

Además, la situación del gas licuado es igualmente preocupante, ya que en algunos territorios su cobertura es muy baja o está casi en cero, y se destina principalmente a la elaboración de alimentos y los hospitales.

La crisis energética en Cuba refleja una realidad difícil para muchos ciudadanos del país, que tienen que lidiar con largas filas, limitaciones de suministro y dificultades diarias para acceder a bienes y servicios básicos. Sin embargo, la creatividad y la resiliencia de los cubanos ante estas situaciones difíciles también son dignas de admiración.

A través de sus actividades cotidianas para hacer más llevaderas las horas de espera, están demostrando que incluso en medio de la escasez y la decadencia, siempre hay espacio para la solidaridad, el humor y la amistad.