Humorista cubano Ulises Toirac llega a los 60 años y dice que ya se siente como un “adulto-mediomierdero”

Redacción

En una publicación reciente en sus redes sociales, Ulises Toirac expresó su orgullo por cada experiencia vivida a lo largo de su vida. Con gratitud, compartió: “Gracias al que sea, los he empleado bien. Y me da orgullo cada cosa que he vivido. Orgullo y asombro. Mi vida ha superado todas mis expectativas de aquí a Hong Kong”. Sin duda, el artista ha dejado una huella en la industria del entretenimiento y ha conquistado el corazón de sus seguidores.

Alcanzar los 60 años es un hito significativo en la vida de cualquier persona. Ulises reflexionó sobre esta etapa y comentó: “60 impone. Uno a los 55 no mira los 59 con esa mala entraña, pero ¿los 60?… Jone, qué viejo. Oficialmente entro en una edad que no soy joven ni adulto mayor. No me corresponden las ‘ventajas’ de ninguno de los dos. Ni ‘hasta 55’ ni ‘desde los 65’. Soy un adulto-mediomierdero”. Con su característico sentido del humor, Toirac nos hace reflexionar sobre los estereotipos asociados a cada etapa de la vida y cómo se siente en medio de ellas.

En una divertida anécdota, Ulises compartió la experiencia del padre de una amiga que cumplió los 65 años. Según cuenta, a esta edad le corresponde un suplemento especial, una especie de bebida enriquecida con vitaminas y otros ingredientes. Entre risas, Toirac comentó: “Y me parto de la risa porque ella a eso le llama ‘polvo de viejo sano’. A mí no me toca ni polvo de viejo sano”. Con su estilo único, nos hace reflexionar sobre cómo envejecemos y las peculiaridades asociadas a cada etapa de la vida.

"60" impone. Uno a los 55 no mira los 59 con esa mala entraña, pero ¿los 60?… Jone, qué viejo. Oficialmente entro en…

Posted by Ulises Toirac on Wednesday, June 28, 2023

Ulises Toirac es consciente de su edad y reconoce que sus ideas y conocimientos están en consonancia con sus 60 años de experiencia. Sin embargo, en su mente sigue sintiéndose como un joven de 30 años que ve a los 60 como algo lejano. Además, observa su entorno con ojos diferentes, notando cómo la percepción de la edad cambia a medida que uno envejece. Con humor, comenta: “una mujer de 50 es una muchacha y de 40 son niñas. Eso va cambiando con la edad… Se llama ‘progresión aritmética'”. A pesar de las reflexiones humorísticas, Toirac destaca la riqueza de las experiencias que ha acumulado y cómo estas han moldeado su perspectiva.