Cubano es arrestado en Holguín mientras transportaba 30 sacos de café en un automóvil de turismo robado

Redacción

Un hombre identificado como Abel López -conocido como Burito- ha sido detenido en la provincia de Holguín por transportar sacos de café y azúcar en un automóvil de turismo que había sido robado en Guantánamo. La detención se produjo en la carretera de la Macagua, cerca del barrio de La Curva, en el municipio de Antilla.

El perfil “Cazador Cazado”, que está vinculado al Ministerio del Interior (MININT), informó sobre este incidente y detalló que Abel López intentó evadir a la policía cuando le dieron la señal de alto. Sin embargo, fue capturado y durante la revisión del vehículo, se encontraron grandes cantidades de azúcar y café, aunque no se proporcionó información precisa sobre la cantidad.

Las autoridades han tomado posesión del automóvil, y Abel López enfrentará cargos por tráfico ilegal, desobediencia y robo, lo que seguramente implicará graves consecuencias para él.

Este hecho se suma a una serie de decomisos de alimentos y artículos de primera necesidad que han sido reportados en las últimas semanas en Holguín y otras provincias. La situación económica y el acceso limitado a bienes básicos han llevado a algunos ciudadanos a buscar alternativas fuera del sistema oficial, pero esto ha sido duramente reprimido por el gobierno cubano.

En otro incidente similar ocurrido a principios de julio en la misma provincia, un hombre fue detenido en la localidad de Alto Cedro, municipio de Cueto, por transportar 1,500 libras de café en un automóvil de turismo. En ese caso, el conductor intentó huir de la policía, pero finalmente fue capturado después de abandonar el vehículo y escapar a pie. El contrato de arrendamiento encontrado dentro del auto llevó a la identificación de los responsables.

En los últimos meses, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y el Ministerio del Interior han utilizado las redes sociales para mostrar sus esfuerzos en la confiscación de productos destinados al mercado negro. Aunque las autoridades cubanas intentan presentar estas acciones como una lucha contra el mercado ilegal, muchos ven esto como una forma de control y represión hacia aquellos que intentan encontrar soluciones a la escasez y las dificultades económicas en el país.