Siguen entrando autos Tesla a Cuba ¿Dónde los cargan y quiénes son los dueños?

Redacción

La presencia de autos Tesla en Cuba está generando un amplio debate en las redes sociales, especialmente en el grupo de Facebook “Autos Diplomáticos en Cuba”. Un reciente post mostró la llegada de un Tesla blanco al país, lo que indica que ya no es un hecho aislado, sino una tendencia creciente.

Los comentarios en redes sociales varían desde bromas sobre cómo el piloto automático de Tesla reaccionaría ante las carreteras cubanas, hasta reflexiones sobre las brechas en el bloqueo económico de Estados Unidos hacia Cuba. Algunos usuarios expresaron escepticismo sobre la viabilidad de vehículos eléctricos en un país donde los cortes de energía son comunes, mientras que otros argumentaron que los propietarios de estos vehículos de lujo probablemente tendrían los medios para cargarlos adecuadamente.

Este fenómeno no se limita a los Tesla. En los últimos meses, se ha observado un aumento en la cantidad de vehículos de lujo importados circulando por las calles cubanas, incluyendo marcas como BMW, Mercedes, Toyota, Cadillac y Porsche. Esto ha generado curiosidad y comentarios irónicos entre los cubanos, quienes se preguntan sobre la realidad del “bloqueo” mencionado por el régimen, dada la presencia de estos autos de fabricación estadounidense en la isla.

La mayoría de los compradores de estos automóviles son empresarios de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) recién creadas en Cuba. Algunos de ellos incluso han importado camiones desde Estados Unidos.

En febrero, el gobierno cubano anunció nuevas medidas para la venta e importación de vehículos de motor, remolques y semirremolques, en respuesta a la crisis de transporte y energía que afecta al país. En abril, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos otorgó licencias a empresarios de Miami para enviar autos, camiones, tractores y trailers a trabajadores por cuenta propia en Cuba, con un valor máximo de 10 millones de dólares por licencia y exclusivamente para cuentapropistas, no para agencias gubernamentales cubanas.