El youtuber dominicano conocido como Capricornio TV, cuyo nombre real es Pablo José Rodríguez, recientemente compartió una experiencia reveladora tras su visita a Cuba, donde tuvo la oportunidad de entrevistar a un personaje conocido en Santiago de Cuba por su temible reputación. Este individuo, Frank Guevara, es conocido en su comunidad por su historial de violencia y por haber estado involucrado en numerosos conflictos, incluso desde una edad temprana.
Guevara, quien lleva en su piel las marcas de su pasado turbulento, con cicatrices que dan testimonio de encuentros violentos, relató a Capricornio TV su vida marcada por la delincuencia y el encarcelamiento. Desde su infancia en Santiago hasta su traslado a La Habana con su padre, Guevara enfrentó un cambio drástico en su entorno que lo llevó por un camino de conflictos y agresiones. Un incidente particular en su juventud, donde un compañero de clase perdió la vida a causa de una herida accidental con un compás, lo llevó a pasar varios años en centros de reeducación para menores.
Al regresar a Santiago de Cuba, Guevara ya no era el mismo niño que había partido. Su vida se vio marcada por enfrentamientos y actos de violencia que lo llevaron en repetidas ocasiones tras las rejas. Su primera estancia en prisión fue a causa de desertar del Servicio Militar, pero no sería la última. La cárcel de Boniato, conocida por su dureza, fue testigo de cómo Guevara se ganaba el respeto de otros reclusos a través de la violencia.
La experiencia de Capricornio TV en Cuba fue más allá de la entrevista con Guevara. El youtuber exploró los barrios marginales de Santiago, como Chicharrones, donde la vida diaria está marcada por la lucha por la supervivencia y la presencia constante de la violencia. La realidad de los bolillos, armas artesanales utilizadas tanto para la defensa como para la agresión, le mostró una faceta cruda de la sociedad cubana.
A través de su recorrido por las calles de Santiago, Capricornio TV capturó la esencia de la vida en los barrios más desfavorecidos de la isla. A pesar de la crisis económica y social, la comunidad mantiene un espíritu de alegría y resiliencia. La interacción con vendedores ambulantes, niños jugando en las calles y la cotidianidad de los residentes, ofreció una perspectiva única sobre la complejidad de la vida en Cuba.