La reciente subida de precios del combustible en Cuba ha comenzado a afectar gravemente a la población. Según testimonios recogidos por Martí Noticias, el incremento ha provocado un alza en los precios del petróleo y la gasolina en el mercado negro, lo que a su vez ha llevado a un aumento significativo en los costos de los pasajes de transporte.
En La Habana, el precio del litro de diésel ha alcanzado los 250 pesos en Moneda Nacional, según informó Rafael Alba Macías, un transportista privado. “Desde el jueves, los particulares ya habíamos anunciado que subiríamos los precios”, dijo Alba Macías, quien también señaló que ahora se cobra 100 pesos más por tramo, lo que podría generar caos dado que no todos tienen los medios para pagar los nuevos precios del pasaje.
Esta semana, las autoridades cubanas implementaron dos medidas muy impopulares: el aumento en el precio del combustible y en las tarifas eléctricas, lo que ha llevado a que las gasolineras del país amanecieran cerradas. La empresa Cimex, perteneciente al sector militar, anunció la suspensión temporal de la venta de combustible en sus estaciones de servicio debido al “proceso de cambio de precios”.
La situación ha provocado que las paradas de autobús estén abarrotadas de personas, con inspectores deteniendo vehículos estatales para ayudar en el traslado de pasajeros, en un intento por mitigar las dificultades en el transporte.
En otras provincias como Sancti Spíritus y Santa Clara, el impacto de la medida también se ha sentido fuertemente, con precios de gasolina que alcanzan los 350 pesos por litro y un aumento considerable en el costo de los pasajes. Los transportistas, que en su mayoría se abastecen de combustible en el mercado negro, enfrentan ahora la difícil tarea de ajustar sus tarifas para cubrir los nuevos costos, lo que afecta directamente a los ciudadanos que dependen del transporte público para sus desplazamientos diarios.
La situación es particularmente crítica en lugares como Guaro, en Holguín, donde el precio del pasaje hacia Mayarí se ha duplicado en las últimas horas. La falta de combustible afecta no solo al transporte público, sino también a servicios esenciales como las ambulancias.
Este incremento en los precios del combustible y su efecto en los costos del transporte público evidencian la profundidad de la crisis económica que enfrenta Cuba, afectando directamente la vida cotidiana de sus ciudadanos.
