El puerto de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, fue el escenario de un dramático operativo llevado a cabo por la Fiscalía de Oaxaca el pasado 25 de marzo. Coordinado entre la Secretaría de Marina, Policía Estatal y Policía Municipal, el operativo culminó con el rescate de 50 migrantes cubanos que se encontraban en una situación precaria dentro de una vivienda en Bahías La Ventosa.
La intervención de las autoridades fue el resultado de una exhaustiva investigación que permitió identificar el lugar donde se encontraban retenidos los migrantes. En total, se localizaron 85 personas en la vivienda, entre ellas 30 ciudadanos de Ecuador y cinco de República Dominicana. Todos los indocumentados fueron puestos bajo la disposición de la Fiscalía de Oaxaca para gestionar su situación migratoria.
Este rescate pone de relieve la difícil travesía que enfrentan los migrantes cubanos en su camino hacia la frontera de México con Estados Unidos. Obligados a depender de traficantes de personas, estos individuos se ven atrapados en situaciones peligrosas y precarias, con la promesa incierta de llegar a su destino a cambio de sumas exorbitantes de dinero.
En otro incidente relacionado con la migración, dos ciudadanos cubanos con residencia permanente en Estados Unidos fueron detenidos por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza mientras participaban en actividades relacionadas con el tráfico de migrantes.
Según Jason Owens, jefe de la agencia, los individuos fueron capturados en flagrancia conduciendo un camión tipo rastra cargado con 23 personas indocumentadas por el estado de Nuevo México, provenientes de territorio mexicano. Actualmente, la fiscalía tiene bajo custodia a los sospechosos, quienes podrían enfrentar la expulsión del país si se comprueba su culpabilidad.
Estos incidentes subrayan la preocupación creciente respecto a la seguridad nacional y el impacto de la migración ilegal en la frontera de Estados Unidos. Las consecuencias legales para aquellos involucrados en el tráfico de migrantes pueden ser significativas, con penas que varían según la naturaleza y gravedad del delito.
