Se viraliza entrevista de Fidel Castro ofrecida antes del triunfo de la Revolución en la que queda claro todas las mentiras que le dijo al pueblo antes de tomar el poder (+ Video)

Redacción

En 1958, con el fin de difundir su lucha guerrillera a nivel internacional, Fidel Castro permitió la entrada clandestina de un camarógrafo canadiense a su base en la Sierra Maestra.

La elección de la Comandancia de la Plata como cuartel general de la insurgencia respondía a la necesidad de contar con un punto de mando fijo que incluyera un hospital y la estación de Radio Rebelde, después de meses de una guerrilla nómada. Este lugar se convirtió en el núcleo de las operaciones guerrilleras y el punto desde donde se emitían mensajes al pueblo cubano.

El periodista Erik Durschmied, de origen austriaco pero radicado en Canadá, fue llevado en secreto a través de la Sierra Maestra para entrevistar a Castro para la Corporación Canadiense de Radiodifusión, conocida como CBC/Radio-Canadá.

Durschmied, quien apenas comenzaba en el mundo de la cinematografía, se embarcó hacia Cuba sin respaldo oficial, con recursos limitados, sin garantías, casi sin rollos de película y con una cámara defectuosa.

Después de meses de esfuerzos para contactar a los rebeldes y ganarse su confianza, Durschmied logró ascender la Sierra Maestra y encontrarse con Castro.

Durante su estancia, Castro, entonces de 32 años, y Durschmied pasaron largas noches hablando en inglés y preparando la entrevista. Durschmied permaneció varios meses en las montañas, ayudando a Castro a mejorar su inglés para la entrevista que captaría la atención global en un momento clave.

En la entrevista, Castro negó ser marxista o comunista, descartó las expropiaciones, prometió un gobierno democrático y afirmó que no aspiraba a la presidencia. Sus acciones futuras contradirían estas declaraciones.

La entrevista, que mostró al mundo al carismático líder, impulsó las carreras de ambos. Pocas semanas después de que Durschmied dejara las montañas, Castro triunfó en la revolución y derrocó a Fulgencio Batista.

En 1989, durante la celebración de los 30 años de la revolución, Durschmied fue invitado a regresar a Cuba para un reencuentro con Castro. Gabriel García Márquez lo llevó ante Castro, quien ordenó cerrar la puerta, dejando afuera a miles de personas.

Dos décadas después de ese reencuentro, y casi cincuenta años después de su primer encuentro, Durschmied regresó a Cuba con un equipo completo de filmación para producir un nuevo video.

Al visitar un pequeño museo en la Sierra Maestra, cerca del antiguo refugio rebelde de Castro, Durschmied encontró la cámara que había dejado atrás. Aunque Castro le había permitido llevarse la película de 1958, la cámara permaneció en Cuba y ahora estaba expuesta en el museo.

El video se convertiría en una prueba de las promesas incumplidas de Castro, quien en los años siguientes haría exactamente lo contrario a lo que había declarado a Durschmied.