¿Qué ha sido de la actriz cubana Liety Chaviano, la Matilde de la recordada telenovela “Doble juego”? Aquí te contamos

Redacción

Liety Chaviano, conocida por su papel de Matilde en la serie “Doble Juego”, dejó una huella significativa en la televisión cubana. La actriz cienfueguera, nacida en 1982, emigró a los Estados Unidos en 2020, dejando atrás una carrera que desafió estereotipos en la industria cinematográfica y televisiva de Cuba, especialmente aquellos relacionados con actores de cuerpos robustos.

Su carrera fue recordada recientemente por el periódico oficialista 5 de Septiembre, que destacó su trayectoria y la atención que captó gracias a su talento y capacidad para desafiar las limitaciones impuestas por los estereotipos.

Chaviano mostró su pasión por la actuación desde temprana edad, influenciada por su padre, el director y diseñador Otto Chaviano. Se graduó de la Escuela Nacional de Arte en 2003, donde estudió junto a futuros colegas como Carlos Ever Fonseca y Mónica Alonso.

Su papel debut en televisión fue en “Doble Juego” (2002), donde interpretó a Matilde, una adolescente que enfrentaba problemas de amor y acoso escolar debido a su físico. La serie, famosa por sus intensas escenas, destacó el talento de Chaviano, quien se enfrentó a uno de los desafíos más grandes de su carrera durante una escena de parto.

Una entrevista realizada por el cantante Alfredito Rodríguez a Chaviano fue rescatada y compartida por el perfil de Instagram cubaactores, recordando la poderosa interpretación de la actriz y el impacto de su personaje en la serie.

A pesar de las dificultades que enfrentó por su aspecto físico, Chaviano consiguió papeles importantes, como Luisita en el filme “Madrigal” (2006) de Fernando Pérez Valdés. Su actuación fue elogiada por su capacidad para mostrar emociones complejas y contenerlas, un contraste con el estereotipo habitual de personajes cómicos o caricaturescos para actores de cuerpos robustos.

Sin embargo, la carrera de Chaviano se vio afectada por la constante relegación a roles que destacaban el humor o los estereotipos negativos, un desafío que muchos actores corpulentos enfrentan en Cuba. Actores como Roberto Rodríguez Alfonso y Elizabeth Castro Cedeño han experimentado situaciones similares, donde las oportunidades se limitan por el físico y no por el talento.

La migración de Chaviano a los Estados Unidos refleja no solo la crisis migratoria cubana, sino también el deseo de buscar nuevas oportunidades y escapar de las restricciones impuestas por la industria. En una entrevista, la actriz compartió que su regreso a Cuba fue breve, ya que la saturación y la presión económica la hicieron buscar nuevamente otros horizontes.

El legado de Liety Chaviano demuestra que incluso ante obstáculos significativos, el talento y la perseverancia pueden dejar una marca duradera en el mundo del entretenimiento. Su historia resalta la necesidad de una industria más inclusiva y menos prejuiciosa, donde el talento tenga prioridad sobre las apariencias.