¿Qué ha sido de la vida de la popular actriz cubana Miriam Mier tras más de dos décadas alejadas de las cámaras? Aquí te contamos

Redacción

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Hasta 2020, el último año con datos actualizados sobre Miriam Mier Vidal, se la conocía como una mujer contenta, después de 43 años dedicados a la actuación, una carrera que emprendió para complacer a su madre.

Nacida en la década de 1940, Miriam parece haber vivido para cumplir los sueños que su madre no pudo alcanzar. “Mi mamá fue feliz viéndome cantar, actuar, porque ella se vio realizada en mí”, reveló en una entrevista para la serie documental Unos minutos en la vida de…, dirigida por Carlos Collazo.

Desde su niñez en La Habana, Miriam se inició en el mundo de la actuación participando en doblajes, comerciales y pequeñas actuaciones. Su debut en la televisión cubana fue en 1953, en el programa Las Estampas Infantiles de Chichí, un show de variedades donde interpretó diversos roles.

Una de las anécdotas más singulares de sus inicios relaciona su participación en campañas publicitarias; tenía que promocionar medias, pero sus pies eran tan delgados que necesitaban usar varias capas de medias como relleno.

A los 14 años, Miriam dio el salto a la televisión en vivo en un segmento conocido como “banco”, donde los actores esperaban para suplir a otros en caso de ausencia. Comenzó su carrera en la emisora CMQ, propiedad de Goar Mestre, pasando días sin actividad, solo esperando la oportunidad de reemplazar a alguien.

Su gran oportunidad llegó en 1961. “Recuerdo que un día falló una actriz llamada Griselda Nogueras, quien hacía el protagónico de la telenovela Bajo el cielo de Argelia, que estaba en aquel momento en el boom, y me llamaron para remplazarla. Me las vi negras porque no estaba preparada para hacerlo, pero con la ayuda de grandes actores como Alberto González Rubio, Hadita Béjar y Gina Cabrera, conseguí sacar adelante un personaje histórico llamado Yamila, que representaba a una guerrillera perseguida y torturada; fue difícil, pero poco a poco reconquisté al público”, compartió sobre su experiencia.

Miriam se formó en diversas disciplinas artísticas: solfeo, ballet, baile español, piano y obtuvo un título en Historia del Arte. Tuvo el privilegio de aprender de renombrados actores como Fela Jar, Enrique Santiesteban y Nilda Collado.

Durante las décadas de 1960 y 1980, Miriam fue una figura prominente en la televisión, participando en 18 series y siendo especialmente recordada por personajes como la novia de Leif Eriksson en Los Vikingos (1966), dirigida por Erick Kaupp, y otros roles en Los comandos del silencio y La máscara roja (1979), donde interpretó a Ivonne.

También destacó en adaptaciones de clásicos literarios como Las brujas de Salem de Arthur Miller, donde en 1966 interpretó a Abigail Williams bajo la dirección de José Luis Garriga, compartiendo escena con la célebre Raquel Revuelta.

Con cierta nostalgia, comentó a Carlos Collazo: “nosotros tuvimos que, a fuego, hacer la televisión, contra viento y marea. A veces no teníamos ni aire acondicionado y hacíamos novelas de Rusia, con aquellos ropajes y abrigos, y empezábamos a sudar. Lo hacíamos con amor, cariño y respeto”.

Entre 1970 y 1980, Miriam formó parte de la aclamada temporada de series policíacas en Cuba, destacándose en obras de Nilda Rodríguez como En silencio ha tenido que ser (1979), dirigida por Jesús Cabrera, y Para empezar a vivir (1980), bajo la dirección de Loly Buján. En esta última, interpretó a Lidia y Raquel, siendo esta última un agente secreto. “Fue uno de los seriales para televisión más transcendentes y populares, por el casting y tema que trataba: la mujer cubana en la Seguridad del Estado”, recordó en 2017.

Desde los 80 hasta 2002, Miriam fue una voz prominente en Radio Progreso, donde interpretó a varios personajes, destacándose como la princesa Aura en Un capitán de 15 años y actuando en otras producciones como Veinte mil leguas de viaje submarino. Su último gran papel fue en la telenovela A pesar de todo, donde compartió protagonismo con María Teresa Pina y Zelma Morales en una historia sobre tres amigas buscando un cambio de vida.

Tras un período alejada del espectáculo, Miriam se reinventó como auditora, ejerciendo en una cafetería al momento de su conversación con Carlos Collazo en 2020. Un año antes, había sido honrada con el Premio Nacional de Televisión junto a notables colegas.