Detienen en Villa Clara a banda de estafadores que robaron casi 20 millones de pesos en negocios de compra y venta de cervezas y alimentos

Redacción

En la ciudad de Santa Clara, Villa Clara, recientemente se desplegó un operativo policial para hacer frente a dos importantes estafas que sacudieron la comunidad local. En un primer caso, productos alimenticios como leche condensada y galletas importadas, con un valor superior a los dos millones de pesos cubanos (CUP), fueron objeto de una estafa. En un segundo caso, 22 palets de cerveza Cristal, valorados en más de 15 millones de CUP, también fueron estafados.

El teniente coronel Héctor de la Fe Freire, jefe del Ministerio del Interior (MININT) en la provincia, explicó en un informe por la emisora oficialista CMHW cómo estos delitos comenzaron. Detalló que el primer caso surgió a partir del uso de redes sociales para coordinar la compra de mercancía a vendedores de la provincia de Sancti Spíritus. Un acuerdo para la adquisición de 50 cajas de leche condensada y 21 cajas de galletas importadas, por un total de 2.314.080 CUP, llevó a las víctimas a una vivienda en el reparto Condado de Santa Clara para la entrega de los productos.

En esta primera instancia, los vendedores recibieron un pago parcial, donde se les mostraron algunos billetes de 1,000 CUP pero la mayoría eran de 1 peso, según lo explicado por el investigador. Los estafadores convencieron a los vendedores de dirigirse a otra casa cercana para recibir el resto del dinero, mientras que rápidamente extrajeron los productos de la primera vivienda utilizando vehículos de tracción animal y desaparecieron sin dejar rastro.

En cuanto a la segunda operación, involucró a un cargamento de cerveza Cristal. El modus operandi fue similar: una vez que el vendedor llegó a Santa Clara y fue a la vivienda del comprador para finalizar la transacción, recibió parte del dinero con la promesa de obtener el resto más tarde. Sin embargo, el comprador nunca regresó. Aunque una pequeña cantidad de cervezas fue vendida en el mercado negro a un precio más bajo del acordado, la policía logró recuperar la mayor parte del cargamento.

Por estos incidentes, están siendo procesados seis individuos de la región, incluyendo al organizador de la compraventa que utilizó las redes sociales y que ya tenía antecedentes penales, la propietaria de la vivienda donde se almacenaron inicialmente los productos, y los llamados “estibadores” encargados de trasladar y comercializar rápidamente la mercancía.

El teniente coronel Freire aprovechó estos eventos para recalcar la importancia de verificar la identidad de los compradores y vendedores en transacciones iniciadas a través de redes sociales. También subrayó la necesidad de asegurar que los lugares de transacción cuenten con las condiciones apropiadas para prevenir este tipo de delitos, subrayando la cautela necesaria en estos intercambios para evitar ser víctima de estafas.