La estelar multicampeona paralímpica cubana Yunidis Castillo ha estado viviendo en Italia durante varios años. Esta información fue divulgada por el reportero deportivo Yasel Porto en su página de Facebook, donde compartió una fotografía actual de la atleta, originaria de Santiago de Cuba.
En la imagen, Castillo aparece en un conocido bar de la ciudad de Terni, situada en la región central de Italia, donde ha establecido su residencia. Según Porto, Castillo sigue demostrando la misma vitalidad y energía que la caracterizó durante su carrera deportiva. Esta mudanza a Italia no solo marcó un nuevo capítulo en su vida personal, sino también en su adaptación a una nueva cultura y entorno.
Una prestigiosa revista italiana publicó que Castillo contrajo matrimonio en 2013 con Samuele Gobbi, un atleta italiano que perdió su brazo izquierdo en un accidente laboral en 2004, a la edad de 25 años. Gobbi ha alcanzado varios éxitos en campeonatos europeos y ha sido un pilar fundamental en la vida de Castillo. Los dos deportistas se conocieron y comenzaron a comunicarse durante los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008 y estrecharon su relación en el Mundial de Lyon 2013.
En 2015, la pareja tuvo a su hijo Gabriel, a quien Castillo describe como su “motor impulsor”. La llegada de Gabriel fue un momento trascendental para ambos, consolidando aún más su unión y su compromiso con la familia. A juzgar por una publicación reciente en la cuenta de Instagram de Castillo, parece que la familia ha crecido con la llegada de otro niño en el último año, aunque no se han dado muchos detalles al respecto.
Yunidis Castillo, nacida en junio de 1987 y conocida como «La hija del viento», dejó una marca indeleble en el atletismo adaptado, destacándose especialmente como velocista. Entre 2008 y 2016, Castillo ganó seis medallas en los Juegos Paralímpicos en categorías para atletas con amputación de miembro superior. Su trayectoria deportiva es un testimonio de su talento y dedicación, logrando destacar en cada competencia en la que participó.
En los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016, Castillo ganó una medalla de plata en salto largo, pero tuvo que retirarse de las pruebas de 100, 200 y 400 metros planos debido a una lesión. Posteriormente, en enero de 2017, fue noticia por estar recuperándose de una ruptura muscular de grado cuatro en el muslo delantero izquierdo, una lesión que fue tratada con un implante de células madre.
Aunque aspiraba a cerrar su carrera deportiva con una séptima medalla paralímpica en los 400 metros de los Juegos de Tokio 2021, sus lesiones recurrentes impidieron que cumpliera este objetivo. No obstante, su legado en el atletismo paralímpico es innegable. En los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, se coronó en las pruebas de velocidad, estableciendo nuevos récords mundiales. Anteriormente, en Beijing 2008, ganó el oro en los 100 y 200 metros planos, y en Atenas 2004 terminó decimotercera en la prueba de salto de longitud.