Jessenia Queralt Massola Sablón, hija del actor cubano Carlos Massola, fallecido de manera repentina hace dos semanas en La Habana, pidió paz y respeto por la memoria de su padre. La joven de 18 años expresó su malestar por algunas publicaciones en redes sociales sobre su padre. “Hay muchas cosas en las redes [sociales] que no me han gustado. Yo no estoy bien de salud y con esto me he descompensado completamente”, aclaró en un video publicado por el medio independiente CubaNet.
Jessenia mencionó las enfermedades que padece, incluyendo dislexia y anemia hemolítica, condiciones que su padre ayudaba a combatir proporcionándole vitaminas, otros medicamentos y asistencia con la alimentación. Aprovechó la oportunidad para agradecer a los amigos de su padre que se preocuparon por él y que continúan haciéndolo por ella.
También dejó claro que ni ella ni su familia tienen interés en las posesiones de su padre. “No tenemos interés en nada y menos en las cosas de mi papá; lo único que tenía valor es él mismo, el hombre que era mi apoyo en todo sentido”, aseguró. Jessenia describió su vida humilde y su trabajo junto a su madre y hermana para mantenerse y mantener su hogar.
Actualmente, las cenizas del actor, quien falleció de un shock hipovolémico en su apartamento del Cerro a los 62 años el pasado 3 de junio, se encuentran en casa de su hija. Bertha Mariela Sablón Roque, expareja de Carlos Massola y madre de Jessenia, explicó la situación. “Las cenizas están a buen recaudo con nosotros. Los audios que salieron fueron consecuencia de una descoordinación entre la señora Gladys Escandell y yo. Se le pidió de favor que dejara las cenizas de Carlos en la casa y ella las mandó con una persona que me las trajo después. En el momento del audio, las cenizas venían para mi casa, están aquí, con su hija, con quien deben de estar”, aclaró.
Sablón Roque mencionó que en algún momento las cenizas serán llevadas al mar, aunque esa no era la última voluntad de Carlos Massola, quien nunca pensó morir en Cuba y deseaba irse a Estados Unidos, un deseo que nunca se cumplió debido a la demora en su parole.
Carlos Massola se había convertido en una figura incómoda para el régimen cubano por sus denuncias de los abusos del gobierno, y su muerte fue completamente ignorada por las autoridades culturales de Cuba. Ninguna institución cultural oficial ni medios de prensa estatales se pronunció sobre su fallecimiento. A pesar del silencio oficial, Massola recibió el homenaje de muchos de sus colegas y el cariño del pueblo, que valoró su valentía al manifestar sus ideas políticas y denunciar al gobierno por su ineficacia, corrupción, violaciones de derechos humanos y represión de las libertades.
