El 27 de agosto marcó una fecha histórica para el deporte en Cuba, que se convirtió en el epicentro mundial del Día del Boxeo en conmemoración del 50 aniversario del primer campeonato mundial de boxeo, celebrado en 1974 en la Ciudad Deportiva de La Habana. Durante la Noche de Campeones organizada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), seis talentosos púgiles cubanos se enfrentaron a boxeadores internacionales, logrando imponerse en cada uno de sus combates y llevando al público cubano a una euforia inigualable.
Este evento no solo fue un espectáculo deportivo, sino que también marcó el regreso del boxeo profesional a la isla después de más de 60 años. Desde que Fidel Castro prohibió el profesionalismo en el deporte cubano, las peleas profesionales se habían convertido en un recuerdo lejano. La jornada comenzó con una clase magistral de boxeo en el icónico Parque Central de La Habana, y más tarde, se llevó a cabo el pesaje oficial de los boxeadores que competirían esa misma noche.
El cartel de combates fue inaugurado por Saidel Horta, un joven boxeador cienfueguero de 57 kg, quien se enfrentó al ruso Ruslan Belusov. Aunque la pelea fue reñida y generó controversia entre los asistentes, los jueces decidieron de manera unánime a favor de Horta, otorgándole la primera victoria de la noche. Luego, Lázaro Álvarez, tres veces campeón mundial en la categoría de 63.5 kg, mostró su maestría sobre el cuadrilátero derrotando con claridad al uzbeko Mujibillo Turzonov, dejando claro por qué es considerado uno de los mejores boxeadores de su categoría.
En la misma división de 63.5 kg, Erislandi Álvarez, reciente campeón olímpico de París 2024, demostró su destreza en el boxeo profesional al vencer por decisión unánime al colombiano José Muñoz. A pesar de las fuertes embestidas de Álvarez, Muñoz logró mantenerse en pie, ganándose el respeto del público por su resistencia.
Roniel Iglesias, compitiendo en la categoría de 67 kg, obtuvo una victoria por decisión dividida (2-1) frente al armenio Gurgen Madoyán. Este combate fue uno de los más equilibrados de la noche, mostrando la calidad técnica de ambos contendientes y manteniendo a los aficionados al borde de sus asientos.
La noche continuó con los combates a 10 rounds, donde Arlen López, de 80 kg, hizo una demostración impresionante. Aunque en su última pelea olímpica había mostrado señales de fatiga, esta vez se mostró dominante desde el primer momento. En el segundo asalto, logró acorralar al dominicano José Luis Tejeda, quien fue salvado por la campana. Sin embargo, un asalto después, el árbitro intervino para detener la pelea, otorgándole a López una victoria por nocaut técnico, la única de la noche. Este triunfo no solo le aseguró el título profesional de la IBA, sino también un premio en metálico de 120.000 dólares, aumentando su récord profesional a cinco victorias, dos de ellas por KO.
El evento culminó con Julio César La Cruz, doble campeón olímpico en la categoría de 92 kg, quien disputó la pelea más lenta y táctica de la noche. Pactado a 10 rounds, La Cruz se impuso por decisión unánime (3-0), asegurando también un premio de 120.000 dólares y el título mundial profesional de la IBA en su división.