Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, informó sobre el incremento en la presencia de mosquitos en la isla, lo que ha conllevado a un aumento en las enfermedades transmitidas por estos insectos, como el dengue y el oropouche.
Durán García precisó que hay transmisión activa de dengue en 12 localidades, 41 municipios y 46 áreas de salud, destacando que las provincias con mayor incidencia son La Habana, Matanzas, Camagüey, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. Además, se han reportado casos graves de dengue en los centros de atención.
En cuanto al oropouche, el funcionario explicó que “la mayoría de las personas sospechosas tienen un ingreso domiciliario si no presentan un cuadro clínico crítico” y hasta el momento no se han reportado casos graves ni fallecidos. Sin embargo, los casos sospechosos han aumentado significativamente en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Clara y Santiago de Cuba en la última semana. El oropouche está presente en 15 provincias, 103 municipios y 184 áreas de salud.
Durán García detalló que el oropouche se transmite por la picadura de mosquitos y jején del género Culex y Culicoides, resaltando que en Cuba el Culex fasciatus es común debido a su proliferación en aguas estancadas. “Te podrás imaginar, con las dificultades que tenemos con el saneamiento en muchos lugares, pues es propicio para que exista”, comentó, añadiendo que los jejenes también son abundantes en el país, aunque son difíciles de diferenciar.
La proliferación de estas arbovirosis coincide con el calor, las intensas lluvias y las dificultades en la recogida de basura en varias regiones de Cuba. Durán García aclaró que actualmente no hay presencia de chikungunya, zika ni fiebre Mayaro en el país, enfermedades asociadas con frecuencia a la región de América Latina y el Caribe.
Este jueves, se hizo pública una denuncia sobre la situación higiénica en la barriada de Mantilla, en La Habana. Imágenes compartidas en el grupo de Facebook “Somos Mantilla” muestran un estado preocupante de salubridad, con enormes charcos y hierbas creciendo descontroladamente.