Un buque tanque procedente de Rusia, el PVT Clara, atracará este miércoles 2 de octubre en la bahía de La Habana, en un momento crítico para Cuba, que enfrenta una grave crisis eléctrica con apagones diarios que pueden alcanzar hasta 20 horas y escasez de combustible para la generación de energía.
Según plataformas de seguimiento satelital, el PVT Clara, con bandera de Panamá, partió del puerto de Svetly en Kaliningrado el 14 de septiembre. Este barco es parte de los muchos tanqueros que Moscú utiliza para transportar combustibles, lo cual se ha visto complicado por las sanciones occidentales impuestas tras la invasión de Ucrania. Desde su botadura en 2009, el buque ha navegado bajo tres nombres y dos banderas distintas.
Antes de obtener la bandera panameña en 2012, el buque era conocido como Ariane Mara en 2012 y Pramesti en 2010, operando bajo bandera de Singapur. Su propietario registrado es la estatal PetroVietnam.
Aunque la llegada del PVT Clara podría ofrecer un alivio temporal a la situación de combustible en Cuba, su capacidad de carga es limitada, con solo 20,831 toneladas. Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas cubano, ha señalado que en la actual “economía restringida” de Cuba se consumen diariamente unas 3,000 toneladas de hidrocarburos, lo que significa que un buque de esta capacidad solo cubriría una semana de demanda.
De O Levy aclaró que se necesitan entre dos y tres barcos cada semana para abastecer diésel, gasolina, gas licuado, fuel oil y turbocombustible.
Desde principios de año, los cargamentos de petróleo de Rusia han llegado de manera irregular, a pesar de los anuncios sobre acuerdos de suministro de la estatal Rosneft, que aún no se han concretado debido a problemas de pago entre el Kremlin y la petrolera.
Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, indicó que entre el 25 de agosto y el 19 de septiembre, Cuba apenas recibió cargamentos de combustible. “Cuba no está recibiendo el suficiente petróleo para cubrir su déficit”, aseguró.
Piñón sugirió que la escasez puede deberse a dificultades con las líneas de crédito o la falta de efectivo para comprar en los mercados internacionales, lo que provoca que las empresas sean reacias a descargar combustible sin un depósito bancario. También mencionó posibles problemas técnicos en las refinerías y una reducción en los envíos de sus principales socios: México, Venezuela y Rusia.
El 1 de octubre, la estatal Unión Eléctrica pronosticó un déficit máximo de 1,180 MW durante la hora pico, tras registrar un déficit de 1,383 MW, casi el 40% del consumo nacional, el día anterior. La escasez de combustible ha impedido la operación de 47 centrales de generación, incluida la planta alquilada a la empresa turca Karadeniz Holding en Santiago de Cuba, que contribuye con 360 MW.
A esto se suma que las termoeléctricas no están generando 500 MW debido a su deterioro técnico, lo que incrementa el déficit total a 860 MW.