El cantante cubano Eduardo Antonio no pudo contener su tristeza tras el fallecimiento de El Taiger, a quien dedicó un emotivo mensaje en sus redes sociales. En su publicación, el también conocido como el «Divo de Placetas» no solo lo llamó «leyenda», sino que le prometió la mejor de las despedidas. «Eres y serás la tranca de Cuba. Eres una leyenda y así quedarás para la Historia», fueron algunas de las sentidas palabras del artista.
Acompañando su mensaje, Eduardo Antonio compartió un video de ambos realizando su característico posado, un momento que ahora se ha convertido en un recuerdo preciado de su amistad. El cantante dejó claro que muchos cubanos extrañarán a El Taiger y que todos tendrán la oportunidad de despedirse de él de la manera que se merece.
El Divo de Placetas también reveló que recientemente había visitado una iglesia para pedir por la salud de su amigo, arrodillándose ante la efigie de San Judas Tadeo, el santo de las causas imposibles, buscando un milagro que finalmente no llegó.
La relación entre ambos artistas no solo se limitaba al ámbito musical, sino también a la amistad y respeto mutuo. El Taiger, conocido por su carisma y conexión con el público, luchaba entre la vida y la muerte tras recibir un disparo en Miami, una situación que movilizó a sus fans y colegas.
Tras la confirmación de su fallecimiento, muchos seguidores y amigos se han reunido en las afueras del Jackson Memorial Hospital en Miami para rendir homenaje al artista. La pérdida de El Taiger ha dejado en luto a toda la comunidad cubana, desde sus más cercanos hasta sus admiradores que ahora lo recuerdan como una leyenda de la música urbana cubana.
Eduardo Antonio, siempre sincero y emotivo, también aprovechó el momento para criticar a Alexander Otaola por sus comentarios sobre la tragedia, mostrando su desacuerdo con los ataques hacia su fallecido amigo.
El legado de El Taiger vivirá no solo a través de su música, sino también en la memoria de quienes lo conocieron y lo admiraron. Su influencia en el género urbano cubano es innegable, y su partida deja un vacío en la industria.