En Managua, capital de Nicaragua, una familia cubana ha compartido una inspiradora historia de perseverancia y esfuerzo al emprender un negocio de venta de pan con lechón y postres en las calles. Aldo Milanés, el protagonista, compartió su relato en un video publicado en TikTok (@aldomilanesz), donde expresó: «Esta es mi historia, un cubano con un sueño, con una necesidad, pero con mucha fe».
Con dedicación y trabajo constante, Aldo y su familia han logrado progresar: “Pude comprar otra panera, un poco más grande. Gracias a Dios mi familia ya está aquí conmigo”, comentó emocionado, al referirse a cómo, poco a poco, logró reunirse con su esposa e hija en Nicaragua.
El emprendimiento, que lleva el nombre de «Q’Rico Asere», comenzó con pasos pequeños pero sólidos. Aldo recordó cómo un amigo les regaló una sombrilla para protegerse del sol y la lluvia, y cómo compraron equipo adicional, como una mesa y un termo. Además, introdujeron nuevos productos, como postres de arroz con leche y gaseosas, lo que contribuyó al crecimiento del negocio.
A lo largo de su recorrido, la solidaridad ha jugado un papel importante. Aldo destacó el apoyo de amigos cercanos, como Eliette, Roberto, Marlon y Girasol, quienes han sido clave en el desarrollo del negocio. “Gracias por su aporte, gracias por su apoyo”, agradeció públicamente.
Una de las historias más conmovedoras de este emprendimiento ocurrió cuando Aldo, en un acto de generosidad, repartió panes con lechón y gaseosas a los niños en un semáforo en Managua. «Fue increíble, una experiencia muy buena. Muchas personas ahí buscando sus panes y reclamando sus gaseosas. Parecía que habían avisado que alguien venía a regalarles», expresó emocionado el emprendedor.
Además de la venta en la calle, Aldo mencionó que están trabajando en una opción de delivery, con el objetivo de llevar sus productos directamente a los hogares. «Pronto, pronto, pronto», aseguró cuando se le preguntó sobre esta nueva iniciativa.
El negocio de «Q’Rico Asere» ofrece productos frescos y hechos al momento, como el tradicional pan con lechón, postres de arroz con leche, pepino encurtido y café de la zona. A pesar de ser una propuesta sencilla, Aldo destacó que su objetivo es mantener un sabor auténtico sin sobrecargar los ingredientes. “Es solo la carne asada con el pepino encurtido”, explicó.
El apoyo de la comunidad ha sido abrumador, e incluso personas de otros departamentos han viajado a Managua para probar sus productos. Aldo comentó que le ha dado su contacto a muchos clientes, para asegurarles que siempre tendrán su pan listo. Además, recomendó a quienes deseen probar sus delicias acercarse a su puesto cerca de la Casa de los Obreros, junto al supermercado Palí, en la calle 27 de Mayo, en Managua.
Este tipo de emprendimiento no es único. Otros cubanos en Nicaragua también se han aventurado en el negocio de la venta de comida tradicional de su país. Jans Plasencia García, otro joven cubano, también ha encontrado éxito vendiendo pan con lechón en Managua. Como cocinero de profesión en Cuba, Plasencia sueña con abrir su propio restaurante en Nicaragua, ofreciendo la comida cubana a locales y compatriotas.
La tendencia de los cubanos emprendiendo en el negocio de la comida no se limita a Nicaragua. En Tampa, Florida, dos cubanas que llevan solo dos años en Estados Unidos han lanzado su propio food truck, un negocio que han compartido en redes sociales como una historia de superación. «Con solo dos años en Estados Unidos comenzamos nuestro propio negocio de food truck», dijo una de ellas en TikTok (@lacalientefoodtruck).
En Louisville, Kentucky, también se han hecho populares unos cubanos que venden tamales caseros por dos dólares. En un video viral compartido por @Elpepillazo_oficial, se ve a una mujer pregonando «Tamaaaales…» mientras vende sus tamales en la calle.
Estas historias de cubanos que luchan por salir adelante con sus emprendimientos reflejan no solo la creatividad y el esfuerzo, sino también el espíritu de comunidad y solidaridad que caracteriza a muchos de los inmigrantes de la isla.