El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart no se guardó nada en una entrevista reciente con el periodista Mario J. Pentón. Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025, Díaz-Balart adelantó los planes del expresidente para lidiar con los regímenes de Cuba y Venezuela. Spoiler: vienen tiempos duros para estos gobiernos.
¿Qué hará Trump con Cuba?
Díaz-Balart fue directo: Trump no está dispuesto a tolerar que el régimen cubano siga siendo una amenaza a solo 90 millas de Estados Unidos. Según el congresista, se aplicarán medidas más estrictas para cortar cualquier tipo de concesión económica o comercial a gobiernos hostiles. Además, habrá una estrategia clara para limitar las operaciones de los aliados del régimen cubano, obligándolos a pensar dos veces antes de actuar con impunidad.
El objetivo es simple pero contundente: debilitar al régimen cubano y fortalecer la lucha del pueblo por su libertad. Díaz-Balart recalcó que Trump es un aliado firme de las democracias y no se andará con rodeos frente a quienes oprimen a su gente.
La estrategia para Venezuela: más presión, más apoyo a la oposición
Venezuela no queda fuera de la lista. Díaz-Balart recordó que Trump fue el primer líder mundial en reconocer a Juan Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela, y adelantó que esta postura continuará con mayor fuerza. ¿Qué significa esto? Más presión económica y política para Nicolás Maduro y sus aliados, incluyendo dictaduras como la cubana.
Además, aseguró que la administración republicana buscará apoyar más contundentemente a la oposición venezolana, algo que muchos consideran vital para impulsar el cambio en el país sudamericano.
Migración y deportaciones: ¿Qué espera a los cubanos en Florida?
Díaz-Balart también habló sobre la preocupación de miles de cubanos en Florida con el estatus migratorio I-220A, que actualmente les dificulta regularizar su situación. Según el congresista, estas personas podrían encontrar un aliado en Trump, siempre y cuando estén buscando asilo legítimo.
Sin embargo, dejó claro que habrá un enfoque en deportar a criminales y personas con antecedentes penales graves. Mencionó casos específicos de jueces y fiscales cubanos que han llegado a Estados Unidos después de participar en la represión de manifestantes en la isla. Bajo una administración de Trump, afirmó, estas personas «tendrán que hacer las maletas para irse».
