La situación en Cuba sigue siendo crítica, y uno de los sectores más afectados por la escasez de productos básicos es la industria láctea. En Matanzas, la Empresa de Productos Lácteos ha tenido que tomar medidas de emergencia debido a la falta de leche en polvo, un producto vital para la alimentación infantil. Esta crisis está obligando a reducir la distribución de leche fluida a los niños, una medida que refleja la incapacidad del gobierno para garantizar alimentos básicos en medio de una crisis sin precedentes.
¿Qué está pasando en Matanzas?
Según Reynaldo Ramírez Martínez, director comercial de la empresa, la falta de leche en polvo está golpeando especialmente a los niños de entre 1 y 6 años. Mientras que los niños más pequeños (de 1 a 2 años) reciben 917 mililitros diarios de leche fluida, aquellos de entre 3 y 6 años sólo pueden disfrutar de esa cantidad en días alternos. La razón es simple: no hay suficiente leche disponible. Se estima que la provincia de Matanzas necesita alrededor de 38,000 litros diarios, pero la producción y distribución están tan limitadas que la cantidad disponible no llega ni a la mitad de lo necesario.
El impacto de la escasez en la vida diaria
La situación es alarmante, y no solo en Matanzas. En todo el país, las familias enfrentan largos períodos de espera para conseguir leche, y cuando lo logran, se encuentran con que la calidad no siempre es la esperada. En Matanzas, la falta de un sistema adecuado de refrigeración en la fábrica complica aún más la situación. La leche debe ser pasteurizada y distribuida el mismo día, lo que significa que en algunas rutas, las entregas se hacen hasta las 10 de la noche.
Soluciones improvisadas y una industria colapsada
Para paliar el déficit, las autoridades de la provincia han implementado medidas improvisadas, como la distribución de leche cada tres días, con la esperanza de que la situación mejore pronto. Sin embargo, estas soluciones temporales no parecen ser suficientes para cubrir la necesidad real de la población. La industria láctea cubana, que se encuentra en un estado crítico, no logra garantizar ni siquiera el suministro de leche para los grupos más vulnerables, como los niños.
La crisis se extiende a otras provincias
La escasez de leche no se limita a Matanzas. En Cienfuegos, las autoridades informaron que la leche destinada a niños de 1 a 7 años se distribuye sin procesar debido a problemas en la infraestructura. Y en Santiago de Cuba, la situación es igualmente grave, con la falta de leche en polvo afectando a los niños de entre 2 y 6 años.
La industria láctea en Cuba: ¿qué está pasando?
El ministro de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, ha reconocido públicamente que el gobierno cubano no está cumpliendo con los objetivos de producción de leche, lo que ha llevado a la escasez. Aunque no se especifican todos los factores que contribuyen a este incumplimiento, el ministro apuntó a la crisis energética como uno de los principales problemas. Los apagones recurrentes afectan tanto a la recolección de la leche de los ganaderos como a la cadena de producción, lo que, en muchos casos, resulta en leche de mala calidad.
¿Qué alternativas hay?
Mientras el gobierno lucha por encontrar soluciones a la escasez de leche, los ciudadanos se enfrentan a un mercado informal donde los precios de la leche superan con creces los salarios. Esta situación deja a muchas familias sin acceso a productos esenciales, especialmente en un contexto económico ya de por sí difícil.
La falta de leche para niños en Cuba es un reflejo de una crisis mucho más profunda que afecta a la isla. En medio de este panorama, los cubanos siguen luchando por encontrar una solución a la escasez de alimentos básicos, y la industria láctea, al igual que otras áreas, sigue colapsando bajo el peso de la falta de recursos y políticas públicas eficientes.