El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, ha salido en defensa de las recientes modificaciones a las normativas que rigen las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en la isla. En su intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, que está cerrando su período extraordinario de sesiones, Marrero explicó que el objetivo de estos ajustes no es prohibir, sino reorganizar y regular el comercio mayorista y minorista en el sector no estatal, buscando un orden más controlado en las actividades comerciales.
Desviación de las mipymes: ¿un negocio más lucrativo?
Según el primer ministro, algunas de las mipymes inicialmente aprobadas para realizar actividades específicas comenzaron a desviar su enfoque, centrándose en el lucrativo negocio de vender contenedores al por mayor en las calles, mucho más rentable que lo prometido en los planes originales. “Muchas estructuras no estatales fueron aprobadas bajo la promesa de desarrollar actividades beneficiosas para el país, pero descubrieron que vender contenedores en la calle daba más dinero que lo acordado», dijo Marrero, destacando así el cambio de rumbo que tomaron algunas empresas.
Reordenamiento de las mipymes: nuevos límites y regulaciones
Este desvío de los objetivos iniciales llevó a una «deformación» de las metas originales, lo que obligó al gobierno a implementar nuevas medidas para regular y reorganizar las actividades comerciales en el sector privado. Marrero aclaró que aquellos trabajadores por cuenta propia que ya cuentan con licencia para comercializar al por mayor podrán seguir realizando esta actividad, siempre y cuando esté especificada en su objeto social. No obstante, las mipymes que no tengan esta autorización deberán adaptarse a las nuevas normativas, quedando fuera del comercio mayorista.
El gobierno no quiere frenar el sector privado, pero sí ordenar el mercado
Marrero fue enfático al señalar que las políticas del gobierno no buscan frenar el crecimiento de las mipymes ni sus actividades económicas, sino más bien garantizar que estas empresas contribuyan al desarrollo económico del país dentro de un marco que permita una planificación centralizada. Destacó que, hasta la fecha, se han aprobado más de 11,000 mipymes, lo que refleja el apoyo del gobierno a este sector privado, pero dentro de los límites que impone el control estatal.
Nueva resolución y cancelación de licencias: preocupación entre los empresarios
La reciente resolución emitida por el régimen cubano, que fue publicada en la Gaceta Oficial, ha provocado un gran revuelo. La normativa cancela automáticamente las licencias de comercio mayorista de muchas mipymes que las tenían aprobadas como actividad secundaria. Ahora, estas empresas deberán formar alianzas con entidades estatales para poder seguir operando en este ámbito. El gobierno argumenta que esta medida tiene como fin «ordenar» el comercio mayorista y promover una mayor integración entre el sector privado y el estatal.
Desafíos para las mipymes: nuevas condiciones y plazos ajustados
La nueva normativa ha generado gran preocupación entre los empresarios privados, quienes se enfrentan al desafío de adaptarse a condiciones cambiantes y regulaciones más estrictas. La medida obliga a las mipymes a actualizar rápidamente sus licencias comerciales, estableciendo plazos específicos para hacerlo, además de incluir sanciones para aquellos que no cumplan con los nuevos requisitos.
Un futuro incierto para el sector privado cubano
Estos cambios, que buscan ordenar el comercio mayorista y fortalecer la relación entre los sectores público y privado, también dejan al descubierto las tensiones entre la flexibilidad empresarial y el control gubernamental. Las mipymes tendrán que navegar por un panorama más regulado y con más restricciones, lo que podría limitar las posibilidades de crecimiento y desarrollo en el corto y medio plazo. ¿El resultado? Un sector privado que se adapta, pero con mayores desafíos por delante.