El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, nuevamente ha tomado una postura firme —y polémica— contra los ciudadanos que cuestionan su gestión a través de las redes sociales. Durante la clausura de la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el gobernante arremetió contra lo que llamó una «campaña» dirigida a deslegitimar la revolución y atacar a los funcionarios que ocupan cargos públicos.
El discurso de Díaz-Canel: entre críticas y reproches
Según el líder cubano, las redes sociales se han convertido en un espacio hostil, lleno de «obscenidades, insultos, ofensas y mentiras», que buscan denigrar a quienes representan al gobierno. En un tono cargado de reproche, afirmó:
“Da vergüenza ver a cubanos y cubanas nacidos, crecidos y preparados profesionalmente aquí, como destilan odio, rabia y desprecio contra la nación que los formó».
El mandatario no dudó en señalar que estos críticos parecen alinearse con lo que describió como el «norte revuelto y brutal que los desprecia», en alusión a Estados Unidos y su supuesto papel en la polarización de la sociedad cubana.
Un lenguaje que no pasa desapercibido
Díaz-Canel también subrayó que los comentarios en redes sociales están “cargados de odio”, lo que, según él, refleja una estrategia deliberada para intoxicar el debate público. Sin embargo, esta no es la primera vez que el dirigente utiliza términos fuertes para referirse a los disidentes.
Hace apenas dos meses, durante un período de apagones masivos que dejó al país sin electricidad por más de tres días, Díaz-Canel calificó de “borrachos e indecentes” a los ciudadanos que salieron a las calles a protestar. En ese entonces, sus palabras fueron vistas por muchos como una muestra de desprecio hacia el malestar social que ha crecido en los últimos años debido a la crisis económica y energética que afecta a la isla.
Tensiones en aumento: ¿mano dura o diálogo?
El líder cubano ha enfatizado en varias ocasiones que no permitirá que las críticas desestabilicen el sistema. Durante una comparecencia en el Consejo de Defensa Nacional, dejó clara su intención de reprimir cualquier manifestación que, según él, atente contra el orden establecido.
En esa ocasión, refiriéndose a las protestas recientes, declaró:
“Son algunas personas, un mínimo de personas, la mayoría en estado de embriaguez, que se han comportado de manera… eeeh… indecente”.
Estas declaraciones no solo han generado controversia, sino que también han puesto de manifiesto la brecha entre el gobierno cubano y una parte significativa de la población, que utiliza las redes sociales como un espacio para expresar su descontento y exigir cambios.