¿Te imaginas emocionarte por tener electricidad todos los días? Pues esa es la realidad de muchos cubanos que emigran y, por primera vez, descubren lo que es vivir con lo básico. Elizabeth, una joven cubana que vive en México y crea contenido en TikTok como @eliponte05, ha soltado una bomba de verdades en redes sociales. Su video contando lo que ahora disfruta fuera de Cuba, y que allá era impensable, se volvió viral en minutos. Y no es para menos.
“Hola, soy Elizabeth y soy youtuber cubana viviendo en México”, arranca diciendo en su video. Con un tono directo, sin adornos, empieza a enumerar esas cosas básicas que en Cuba simplemente no tenía. Lo hace con tanta naturalidad que duele, porque lo que para muchos es rutina, para los cubanos ha sido un privilegio imposible.
Lo primero que menciona es algo tan elemental como tener electricidad. Sí, así como lo lees. “Aunque para ti como mexicano sea algo básico, en Cuba no es así”, cuenta. Y explica cómo vivía literalmente estresada, pegada al cargador, porque si se iba la luz y no tenía batería… olvídate del mundo. Dormir sin corriente, despertarse sin corriente, y cocinar solo si hay suerte. Esa era su realidad diaria.
Pero ahí no queda la cosa. Habla también del drama para cocinar. “La corriente se va cuando quiere”, dice. Y entonces, ¿cómo se cocina? Con carbón, si tienes. Si no, pues a la vieja escuela: fogata, leña, como un indio, según sus propias palabras. Muchos hogares, dice ella, probablemente se quedan sin comer por no tener corriente o carbón. Así de crudo.
Después, le entra al tema de la ropa. ¿Tiendas? Solo las del gobierno. “Son feas, cheas, cosas que nadie quiere ponerse”, comenta entre risas con tono resignado. La ropa buena llega si tienes familia afuera que te mande algo. De lo contrario, te toca conformarte con lo que hay. Recuerda que en su infancia tenía “ropita” gracias a una tía que le mandaba cosas. Si no, estuviera pelada como muchos niños que no tienen a nadie afuera.
Uno de los momentos más impactantes del video es cuando dice: “La primera vez que me compré algo con mi propio dinero fue aquí en México”. En Cuba, eso no pasa. No hay tiendas privadas, no hay opciones, no hay libertad de consumir. Es como vivir en otro siglo.
Y ni hablar de restaurantes o hoteles. “Un cubano nunca va a un hotel”, dice sin titubear. Los sueldos dan risa: 4 dólares al mes, literalmente. ¿Quién puede pensar en vacaciones con ese ingreso? En su caso, fue a Varadero, pero jamás se quedó en un hotel. Y con los restaurantes, más de lo mismo. Tener uno favorito, como hace cualquiera en México, es un lujo que en Cuba está reservado para unos pocos.
Elizabeth lo resume con una frase que pega fuerte: “En Cuba, lo básico es lujo”. Porque el cubano promedio no vive, sobrevive. Primero hay que pensar en comer, luego en vestir, y lo demás… si acaso.
¿Y cómo reaccionó la gente?
El video desató una avalancha de comentarios. Muchos mexicanos quedaron en shock: “Estamos tan bendecidos y no lo notamos”, comentó uno. Elizabeth respondió con humildad: “Exactamente, gracias a Dios”. Otros, sin rodeos, dijeron: “Vamos por el mismo camino que Cuba”. También hubo quien preguntó: “¿Y por qué no se rebelan?”. A lo que ella respondió claro: “Porque si te rebelas, te meten preso. O te matan”.
Algunos la acusaron de exagerar. Pero ella se mantuvo firme: “En Cuba ni los derechos humanos se respetan. Y sí, ganamos 4 dólares al mes”. No hay mucho más que discutir ahí.
No está sola: otros cubanos también lo cuentan
Elizabeth no es la única contando estas verdades. Lietty Piña lloró en una tienda Miniso. Michel Crónicas grabó a su madre alucinando en una farmacia mexicana. Ivancito mostró cómo pasó de cruzar la frontera a abrir su propio negocio. Cada uno, a su manera, confirma lo mismo: lo que en otros países es normal, para un cubano es un sueño.
Estos testimonios abren los ojos y, sobre todo, el corazón. Porque detrás de cada “like” y cada “compartir”, hay una historia de resistencia, de esperanza y de mucha verdad.
