La noche del domingo 27 de abril, el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Antonio Maceo Grajales, en Santiago de Cuba, vivió momentos que parecían sacados de una película de terror. Según confirmó la Dirección Provincial de Educación, varios individuos se colaron en la escuela, desatando una situación de puro nerviosismo entre los estudiantes.
En medio del corre-corre por evitar a los intrusos, un muchacho terminó lanzándose desde el segundo piso hacia el primero, en un intento desesperado por salvarse. El impacto fue tan duro que tuvieron que trasladarlo volando para el Hospital Infantil Sur Dr. Antonio María Béguez César, donde al cierre de esta nota, sigue reportado en estado crítico.
Las autoridades ya andan metidas en el asunto, investigando para aclarar cómo se formó todo este relajo y prometen que los responsables no se van a ir lisos. Mientras tanto, la Dirección de Educación avisó que, a pesar del susto, las clases en el IPVCE siguen como si nada, respetando el calendario escolar.
El primero en soltar la noticia fue Yosmany Mayeta Labrada, un comunicador independiente que se fajó a publicar los detalles en Facebook. Mayeta recogió varias versiones que circulaban entre estudiantes y vecinos, y que dejan ver que la cosa no fue juego.
Una de las historias que corre es que jóvenes del barrio San Juan, pegadito a la escuela, se metieron en el recinto para ajustar cuentas. Al parecer, días antes, unos alumnos les habrían gastado una broma pesada y los otros vinieron a “pasar la cuenta”, armados hasta los dientes con cuchillos y machetes.
En medio del rebú, uno de los estudiantes, tratando de zafarse del peligro, se subió a un alero y, en un movimiento desesperado, se lanzó al vacío, lo que le provocó fuertes heridas en la cabeza, la boca y la nariz.
Otra versión, no menos escalofriante, señala que uno de los agresores entró directo al dormitorio de un alumno de décimo grado, lo agredió con un cuchillo y después lo lanzó desde una altura considerable, lo que explicaría el estado tan delicado del joven.
Los compañeros de aula no se quedaron de brazos cruzados. Apenas vieron lo que pasó, corrieron a socorrerlo y lograron sacarlo hasta la calle, donde —por un golpe de suerte— pasaba una ambulancia que lo recogió enseguida y lo llevó al hospital.
Mayeta aclaró que se mantiene en contacto con médicos y trabajadores de la escuela para seguir sacando a la luz los detalles de este lamentable suceso. Eso sí, dejó claro que por respeto, prefiere no revelar el nombre del estudiante herido.
A todo esto se suman serias críticas a la seguridad del IPVCE. Muchos denuncian que, aunque ya había antecedentes de intrusos colándose en el centro, no se habían puesto en práctica medidas reales para proteger a los estudiantes, lo que, tristemente, terminó en esta tragedia que hoy mantiene a toda una comunidad en vilo.