Una escena que parece sacada de una película de terror se vivió este domingo en Houston, Texas, cuando un cubano fue asesinado de un disparo directo al pecho tras abrir la puerta de su casa. La víctima, Ediesky Piñeiro, tenía apenas 34 años y dos hijas pequeñas que ahora quedan sin su padre.
El presunto responsable del crimen es otro cubano, Andrés Fernández de la Paz, de 36 años, quien fue arrestado al día siguiente tras una intensa búsqueda de la policía. Según trascendió, Fernández había sido pareja de la actual esposa de Piñeiro, lo que apunta a un posible móvil pasional detrás del ataque.
El crimen quedó grabado
El horror fue captado por una cámara de seguridad ubicada en la vivienda de la víctima, en el área de Whittingham Lane, al suroeste de Houston. El video, que ha estremecido a la comunidad, muestra a Fernández caminando decidido por el pasillo de entrada, haciendo señas por una ventana y sacando un arma oculta en su short. Apenas se abre la puerta, dispara sin titubear.
El reloj marcaba exactamente las 4:35 de la tarde. Se escuchan gritos desesperados desde dentro de la casa. Y aunque el agresor comienza a irse, enseguida da media vuelta, patea la puerta intentando volver a entrar, y al no lograrlo, huye en un lujoso Maserati morado.
Un final desgarrador
Cuando llegaron los agentes del Departamento de Policía de Houston, encontraron a Piñeiro con una herida mortal en el pecho. Fue llevado de urgencia al Hospital General Ben Taub, pero los médicos no pudieron salvarle la vida.
Dentro de la vivienda estaban su esposa y sus dos niñas pequeñas. Por suerte, ellas salieron físicamente ilesas, pero el trauma emocional que deja esta escena es incalculable.
El arresto y el pedido de justicia
Andrés Fernández fue capturado horas después, cerca de Rushing Creek Lane, en el área de Katy, también en Texas. Ahora enfrenta cargos por asesinato y las autoridades confirmaron su detención oficial el lunes.
Uno de los amigos del fallecido, Ernesto Navarro, fue testigo de la llegada de la policía y confirmó que Ediesky había llegado a Estados Unidos hacía menos de un año, buscando un mejor futuro para su familia. Contó además que el asesino y la víctima eran ambos originarios de Manzanillo, en la provincia de Granma, lo que ha estremecido aún más a la comunidad cubana local.
“Estaban todos ahí. La esposa, las dos niñas… Fue horrible. Solo espero que se haga justicia”, declaró Navarro a los medios.
El caso ha tocado fibras muy sensibles, sobre todo entre los inmigrantes cubanos que reconocen en Piñeiro el reflejo de sus propios sueños truncados. Un hombre que vino a buscar una vida mejor y terminó encontrando la muerte en su propia puerta.