En medio del revuelo por el arresto del reguetonero cubano Chocolate MC, hay alguien que no piensa soltarle la mano, pase lo que pase: su novia Yelena. Y no lo decimos nosotros, lo dejó bien claro ella misma en sus redes sociales. Porque si algo tiene esta historia, es drama, lealtad y reguetón del bueno.
La joven cubana, quien ha sido vinculada sentimentalmente a Yosvanis A Sierra Hernández (sí, ese es el verdadero nombre del “Rey de los Reparteros”), usó su cuenta de Instagram para lanzarle un mensaje que dejó a más de uno con un nudo en la garganta. “No te voy a dejar solo, te lo prometí”, escribió con una imagen que destila lealtad en su máxima expresión. Como quien dice: hasta el juicio y más allá.
Pero eso no fue todo. En otra historia, Yelena compartió un audio donde se escucha a Chocolate con la voz entre culpabilidad y tristeza. “No te mereces estar conmigo, porque al final voy a acabar preso”, le dice él. Unas palabras que ahora resuenan con fuerza, como si el reguetonero hubiera sentido que el destino le estaba echando la bronca desde antes.
El artista, famoso por su estilo sin filtro y sus líos legales tanto en Cuba como en Estados Unidos, fue detenido recientemente y presentado en una corte de Miami-Dade. Aunque los detalles del caso aún están algo borrosos, lo que sí está claro es que su pareja ha salido a dar la cara por él como toda una leona.
Hasta ahora, Yelena no ha soltado mucha prenda sobre cómo va la cosa entre ellos, pero sus publicaciones lo dicen todo. En tiempos donde la lealtad parece un lujo, su gesto no pasó desapercibido. Muchos seguidores de Chocolate la aplaudieron y llenaron sus redes de mensajes de apoyo, tanto para ella como para el cantante.
Y es que, a pesar de los tropiezos, Chocolate MC sigue teniendo un ejército de fans que lo apoya a capa y espada. Con cada nueva polémica, más se afianza esa imagen de artista incomprendido, rebelde y 100% urbano que lo hace tan querido… y tan polémico.
Por ahora, toca esperar qué pasa en los tribunales. Pero si algo quedó claro es que el amor, al menos desde el bando de Yelena, no se apaga tan fácil. Ni con cargos encima, ni con todo el peso del sistema. Y como dicen por ahí: si aguanta la tormenta, que venga el verano.